Variables claves que atenuan impacto de la crisis europea sobre Argentina

En referencia a la crisis europea y sus efectos en Argentina, lo negativo es que el contagio financiero complica la estrategia de financiamiento. Lo positivo es que el mundo sigue empujando y la cotización del Real y la soja se sostienen, explica un informe de Ecolatina.


La crisis europea no ha revertido aún el contexto externo favorable que impulsa, junto con la mejor cosecha y el impulso fiscal, la recuperación argentina. Sin embargo, la volatilidad y cautela que dominan a los mercados financieros afectan la estrategia oficial de reinserción en los mercados de crédito.

En primer lugar, el timming de la crisis no es el mejor ya que el país se encuentra en pleno proceso de reapertura del canje de deuda. En este sentido si la operación se cerraba antes de mayo probablemente la adhesión hubiese sido mayor. Además, en pocos días la aversión al riego de los inversores deshizo una parte importante de las mejoras observadas en el spread de deuda soberana.

Esto significa que la ventana para colocar deuda a tasas cercanas al dígito se ha cerrado por el momento. Es por ello que si el gobierno decide sostener una política fiscal expansiva deberá recurrir en mayor medida al financiamiento del BCRA, sostiene el informe fechado el 28 de mayo.

En cuanto a la actividad mundial, no esperamos que la crisis interrumpa el proceso de recuperación global, aunque sí puede opacarlo. Si bien habrá un impacto directo en el comercio con Europa, las exportaciones argentinas al viejo continente son mayormente agrícolas y presentan una baja elasticidad-ingreso.

Ahora bien, para Argentina es particularmente relevante lo que suceda con el precio de las commodities y dos de las principales economías emergentes: China y Brasil. En este sentido preocupan las señales de endurecimiento de las políticas crediticias en el gigante asiático, las tensiones comerciales con ambos países y la evolución del valor de la moneda brasileña.
Como se observa en el cuadro tanto el precio de la soja como el Real brasileño soportaron relativamente bien el embate de los mercados. En cambio, no les fue tan bien a los bonos soberanos ni al Euro.


En suma, el impacto sobre el país es acotado aunque no se puede descartar que el efecto sea mayor en la medida que la crisis se agudice o prolongue en el tiempo. Lo negativo es que el contagio financiero complica la estrategia de financiamiento y la depreciación del Euro acelera la pérdida de competitividad externa. Lo positivo es que el mundo sigue empujando y la cotización del Real y la soja se sostienen, concluye el informe.

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