Cumbre Mercosur: Las tensiones que sufrirá la presidencia de Brasil

En medio de un ‘super pedido’ de impeachment que lo sumerge en una crisis política interna, el presidente brasileño Jair Bolsonaro asumió la presidencia pro tempore del Mercosur apostando por mantener una agenda centrada en la reducción drástica del AEC y negociaciones extrarregionales flexibilizadas en forma unilateral. Fuerte oposición de la industria del bloque.


En la PPT que recién inicia, Jair Bolsonaro deberá soportar tensiones de distinta indole. Por un lado, una coalición de 11 partidos políticos, apoyada por decenas de organizaciones civiles y sindicatos, presentó este 29 de junio, 123 demandas en un solo documento, ante la Cámara de Diputados del país. Al mandatario se le acusa de 23 delitos por los que podría ser destituido, muchos relacionados con su gestión de la pandemia del Covid-19, y que tiene como punto cúlmine un escándalo de corrupción por compra de vacunas, señala France 24.

Pero por otro lado, Jair Bolsonaro también sufrirá en este período de presidencia del bloque, la fuerte resistencia del sector productivo local a restringir o abandonar su comercio con el Mercosur, al que considera esencial para la recuperación económica de toda la región.

Ya durante la reunión del Grupo Mercado previa a la Cumbre del Mercosur, al hacerse pública la posición de Uruguay de entablar negociaciones extrabloque en forma unilateral, la Confederación Nacional de la Industria de Brasil, dio a conocer su reacción a través de un comunicado.

La declaración uruguaya fue considerada una violación del propio espíritu fundacional del Acuerdo de Asunción, que estipula la negociación conjunta, por consenso, de decisiones como la concertación de tratados extrarregionales, como uno de los aspectos nodales de la integración.

“El anuncio de que Uruguay pretende negociar acuerdos comerciales fuera del Mercosur genera tensiones y no contribuye al avance del bloque”, consideró la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil. En un comunicado, la organización, que junto a la UIA y las cámaras de Paraguay y Uruguay integran el Consejo Industrial del Mercosur, pidió más diálogo entre los miembros del Mercosur y citó la necesidad de profundizar la integración entre los países del grupo.

“La integración en el Mercosur necesita ajustes y mejoras, pero sigue siendo la que brinda más resultados económicos y sociales para Brasil. A pesar de la necesaria mejora, el bloque ha registrado resultados expresivos en los últimos años”, destacó la entidad en un comunicado reproducido por la Agencia Brasil, AB.

Entre los avances recientes que menciona la CNI se encuentran el acuerdo con la Unión Europea y la firma de acuerdos internos entre los países del bloque, como la facilitación del comercio y de compras gubernamentales. La confederación dijo estar preocupada por las tensiones entre los países del Mercosur en el momento en que el bloque acaba de cumplir 30 años.

Para la CNI, la estabilidad económica del Mercosur es fundamental para que los beneficios económicos en la región se vuelvan a sentir. La organización defiende la realización del libre comercio entre los países del bloque, tanto en bienes y servicios como en compras públicas.

También pide que se intensifiquen las negociaciones de acuerdos que permitan un mayor acceso a otros mercados, como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, México, Centroamérica y con la Asociación Europea de Libre Comercio (conformada por Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein), reseña AB.

“En cuanto a las negociaciones sobre el Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur, la CNI considera que cualquier cambio debe estar precedido de una evaluación de impacto y de consulta con los sectores privados de los cuatro países del bloque”. Al mismo tiempo, la entidad solicita una agenda para reducir costos en el comercio exterior y la producción en general.

En los últimos meses, el gobierno de Jair Bolsonaro ha estado presionando por una reducción del 20% en el AEC (10% en la actualidad y otro 10% en enero), alegando que reformas recientes, como de la Seguridad Social y de normas laborales, han reducido los costos para los empresarios brasileños. La propuesta es apoyada solo por Uruguay, con que de aprobarse se rompería la norma de consenso que rige la política del bloque. Argentina optó por una postura de defensa de la industria regional, con una propuesta de reducción paulatina de aranceles, a 0% para los códigos del nomenclador que cuentan con un 2%; un 10% para los que tienen 4, 6, 8, 10 y 14%, y en plazos graduales. En su caso, intenta proteger a los sectores que se verían más dañados, como son el automotriz, textil y de juguetes.

Cabe destacar que durante la presidencia pro tempore, el gobierno argentino alcanzó acuerdo con los países del Mercosur en un 75% de las posiciones arancelarias, en base a las propuestas presentadas.

La postura del gobierno de Brasil, quedó clara cuando el ministro de Economía, Paulo Guedes, afirmó en una conferencia internacional, que ser miembro del Mercosur fue perjudicial para Brasil, y que la adhesión al bloque frenó la expansión de los mercados del país.

Guedes subrayó que Brasil planea reducir "unilateralmente" los aranceles de importación. "También discutiremos con nuestros amigos del Mercosur nuestra intención de flexibilizar y modernizar el Mercosur", sostuvo durante una conferencia virtual de Bradesco BBI, en Londres, reproducida por AB.

En su intervención como flamante presidente pro tempore, Jair Bolsonaro criticó "la regla del consenso" y las "visiones arcaicas" del Mercosur. “Queremos un Mercosur de resultados”, señaló como respuesta a la apertura del presidente argentino Alberto Fernández (ver en esta misma nota).

"El uso de la regla del consenso como instrumento de veto y el apego a visiones arcaicas de tipo defensivo tendrán por único efecto consolidar el sentimiento de escepticismo y de dudas sobre el verdadero potencial dinamizador del Mercosur", agregó.


El presidente argentino convocó a la racionalidad del consenso

Alberto Fernández, al encabezar de manera virtual la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, Estados Asociados e Invitados Especiales, afirmó que “un Mercosur de corazón solidario es la nave insignia de su estrategia de integración”, y convocó a sus pares a construir mediante el consenso un bloque regional enfocado en la producción, la cohesión social y el compromiso ambiental.

Antes del traspaso de la Presidencia Pro Témpore del bloque regional a su par de Brasil, Jair Bolsonaro, el primer mandatario argentino aseguró que la situación sanitaria del COVID-19 hizo que “se reorganicen las cadenas globales de valor, con un comercio mundial más influenciado por consideraciones geopolíticas y de seguridad nacional”, y cuyo resultado “será el de una economía mundial más regionalizada”.

“Por eso, creemos que es a través de más integración regional y no de menos integración regional, que estaremos en mejores condiciones de producir, comerciar, negociar y competir”. Nuestra propuesta está basada en la regla del consenso, concepto fundacional del Mercosur”. Un concepto de acción conjunta. Al mismo tiempo, destacó que el Tratado de Asunción fue “un diagrama sabiamente pensado para las tomas de decisiones, basado en la interinstitucionalidad”. Allí residen los principios del consenso de valores y objetivos comunes hacia la integración, “el camino más racional con el cual Argentina tiene un compromiso inalterable”, reflexionó.

“Unidad en la diversidad significa en el Mercosur diálogo y solidaridad”. Son “valores que van más allá de constituir un espacio económico común y una plataforma cohesionada de inserción internacional. Son los cimientos que hacen que nuestros pueblos sientan que son parte de ese proyecto, ciudadanos con identidad común, de un Mercosur con mirada de futuro”, valoró.

“No hay Mercosur sin Pueblos. No hay Mercosur sin oído atento al mundo social y productivo regional. La integración es una palabra hueca si no se hace eco del drama de la pobreza, la desocupación, la falta de oportunidades laborales, la precarización productiva”, señaló en los párrafos más vibrantes de su intervención.

De la reunión participaron los presidentes de los Estados miembros de Paraguay, Mario Abdo Benítez, de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Brasil, Jair Bolsonaro, y de los Estados asociados, de Chile, Sebastián Piñera; de Ecuador, Guillermo Lasso, y de Guyana, Irfaan Ali.

También formaron parte del evento el vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca; y por Colombia, la directora de Mecanismo de Concertación e Integración, Adela Maestre.

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