Transnacionalización de empresas y desarrollo pymex en Argentina

Concluyó esta semana el seminario organizado por el Centro de Economía Internacional de la Cancillería (CEI) con el apoyo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL. Mientras el canciller Jorge Taiana trabajó sobre el concepto de “inserción inteligente en el mundo para un proyecto inclusivo de país”, los especialistas se refirieron a la necesaria transnacionalización de la empresa argentina y la ganancia de nuevos mercados. También se habló de políticas de incentivos para la gran cantidad de pymes que exportan de manera directa e indirecta desde hace décadas.


“Inserción inteligente en el mundo para un proyecto inclusivo de país” fue uno de los conceptos usados por el canciller Jorge Taiana. También expusieron Bernardo Kosacoff, Aldo Ferrer, Juan Llach, Felix Peña y Diana Tussie, entre otros, expusieron sobre temas como inversiones, pymes y tecnología, la política macroeconómica, negociaciones internacionales, Ronda de Doha y los desafíos del Mercosur. Hubo elogios al dinamismo de las exportaciones y al papel de nuestro país en la OMC, y se señaló a algunos factores externos como condicionantes del crecimiento. Además, se coincidió en la necesidad de profundizar la ayuda a las Pymes

“Debemos evaluar cuidadosamente el impacto de los acuerdos comerciales tanto a nivel multilateral, regional o bilateral y promover una inserción inteligente en la economía mundial, es decir una inserción que se corresponde con un proyecto inclusivo de país, con un proyecto de sociedad” aseguró el Secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, al inaugurar en el Palacio San Martín –con la lectura del discurso del Canciller Jorge Taiana- el Seminario "Estructura y desafíos del Comercio Exterior Argentino", organizado por el Centro de Economía Internacional de la Cancillería (CEI) y que contó con el apoyo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

“Cuando hablamos de comercio exterior estamos hablando de nuestra inserción en el actual escenario internacional y, por lo tanto, de nuestra política exterior” aclaró Chiaradía.

Para Bernardo Kosacoff, titular de la CEPAL, el dinamismo de las exportaciones es una buena noticia. “La Argentina ha perdido oportunidades en el pasado que podría haber aprovechado para transnacionalizar sus empresas. Ganar nuevos mercados implica incrementar y diversificar la oferta exportable, lo cual no puede hacerse de la noche a la mañana: son necesarias políticas públicas para desarrollar empresas. Es deseable que la inversión necesaria para formar un tejido empresario sólido se financie con ahorro interno” afirmó.

Juan Llach, director del área de economía, profesor e investigador de la Universidad Austral, opinó que “la economía argentina presenta actualmente un razonable grado de apertura, pero al mismo tiempo una alta dependencia de factores externos y diferencias excesivas en los tipos de cambio efectivos”, y agregó que “en un escenario previsor habría que aprovechar los buenos tiempos para corregir el sistema de incentivos con un esquema sustentable de subsidio al consumo interno de alimentos”.

Por su parte, Néstor Stancanelli, director del CEI, expuso sobre el escenario multilateral que enfrenta la Argentina en la Ronda de Doha, destacando el interés ofensivo en Agricultura y la obtención de un adecuado equilibrio en materia industrial, que favorezca la diversificación de la estructura productiva y la ejecución de las políticas de crecimiento con equidad del país. “Hay que destacar la participación activa de Argentina con la generación de documentos del NAMA y el Grupo 20” detalló Stancanelli, a la vez que criticó “la falta de liderazgo de algunos países de gran peso comercial para alcanzar un resultado justo en la Ronda”.

Durante el encuentro, que tuvo como objetivo de promover el debate sobre la inserción de la Argentina en la economía internacional, analizar los temas estructurales que condicionan esa inserción, los desafíos, las oportunidades y efectuar un diagnóstico de la situación actual, se impulsó además el acercamiento de sugerencias respecto a las políticas apropiadas de mediano y largo plazo.

Aldo Ferrer, economista y fundador del Grupo Fénix, se refirió a la importancia de “ajustar las políticas de comercio exterior a la estructura de país que se pretende”. Mencionó también el crecimiento de la producción agropecuaria impulsado por un adecuado tipo de cambio y los mecanismos de apropiación de renta para el proceso de diversificación de la estructura productiva.

En cuanto al bloque regional, Félix Peña -especialista en derecho del comercio internacional e integración económica de la Universidad Nacional de Tres de Febrero- opinó que “los incentivos para cumplir con los reglamentos del Mercosur son bajos. Es por ello que resulta necesario lograr un núcleo duro de disciplinas que debe conciliarse con la mayor flexibilidad que requiere un entorno internacional cambiante”.

La investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Diana Tussie, se refirió al cambio en el escenario del comercio internacional que se verifica en este comienzo de siglo. “La creciente incorporación de la población de India y China al consumo masivo genera una buena perspectiva para los exportadores de recursos naturales y una amenaza para aquellos países especializados en productos mano de obra intensivos” advirtió.

Mario Damill, economista e Investigador del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), se refirió al efecto del tipo de cambio sobre la sustitución de importaciones, considerando la política respectiva como de gran importancia desde el punto de vista macroeconómico por sus efectos sobre el crecimiento y la acumulación de reservas.

Más crítico, Roberto Bouzas, de la Universidad de San Andrés, indicó que la Argentina es “rehén de las políticas fiscales y re distributivas”, y opinó “que la volatilidad de la protección efectiva afecta decisiones de los empresarios”. Insistió además en el tema institucional, tratando de cambiar el comportamiento de “activismo descoordinado” de las distintas agencias que participan en las actividades de comercio exterior.

Para Andrés López, del Centro de Investigaciones para la Transformación, CENIT, “la inversión extranjera directa genera aumentos de productividad pero un insuficiente efecto derrame sobre el resto de la economía”. Destacó la necesidad de reforzar las políticas públicas para aumentar ese efecto e invertir en educación y ciencia y tecnología para solucionar los cuellos de botella en materia de recursos humanos.

Mientras que Aldo Ferrer resaltó “la necesidad de resolver el dilema histórico, de la integración campo-industria”, Gabriel Sánchez -del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina, IERAL- opinó que el debate no debe centrarse en la discusión entre agro e industria sino en incrementar el componente tecnológico de las exportaciones, cualquiera sea el producto. Destacó diversos sectores y actividades en los que el país ha ido generando mercados y rentas diferenciales. Consideró como problemas las fallas de coordinación y la necesidad de perfeccionar los instrumentos de apoyo a los exportadores Pymes.

Por último, Francisco Gatto, de la CEPAL, se refirió a las Pymes exportadoras, haciendo hincapié en la gran cantidad de empresas de reducido tamaño que exportan de manera indirecta y a las más de 1000 que lo hacen directamente desde hace varias décadas. Mencionó la concentración de exportaciones en el mercado latinoamericano y la importancia de políticas de estímulo y financiamiento destinadas a aumentar la capacidad instalada que se encuentra en un límite.


Fuente: Prensa de Cancillería
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