Se afianza la alianza industrial entre Argentina y Brasil

La reunión plenaria del Consejo Empresarial Brasil-Argentina del 10 de junio, se pronunció por la defensa del mantenimiento del poder de negociación del Mercosur en la negociación de acuerdos comerciales, la previsibilidad y la planificación por parte de las empresas, inmersas en una crisis sin precedentes desde el inicio de la pandemia. Se manifestó por un período de transición coordinada para la reducción arancelaria y agenda de cooperación para optimizar el comercio bilateral, el marco regulatorio y la documentación electrónica comex.


La reunión plenaria del Consejo Empresarial Brasil-Argentina (Cembrar), con la participación de la Unión Industrial Argentina y la Confederación Nacional de la Industria de Brasil, diseñó un plan de trabajo para encontrar soluciones a los desafíos que enfrentan los negocios entre Brasil y Argentina, reseña Mauro Bellini, presidente del Consejo, para la Agencia CNI.

Coordinado por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Cembrar fue creado en 2016 para ser el espacio de discusión de las prioridades del sector privado en la relación comercial entre los dos países.

Las crisis que han enfrentado tanto Brasil como Argentina desde el inicio de la pandemia Covid-19, los sume en un escenario complejo, con mayores restricciones económicas, vulnerabilidad social y reformas estructurales pendientes. Además de la difícil situación de salud, los dos países enfrentan obstáculos históricos que resultan en una falta de competitividad, expone el trabajo.

Según el informe Competitividad Brasil 2019-2020, realizado por el CNI, Brasil y Argentina se ubican en las últimas posiciones del ranking general de competitividad entre 18 economías seleccionadas.

En este contexto, Cembrar trabaja para identificar las prioridades del sector privado, a través del diálogo con empresas brasileñas, asociaciones del sector y entidades empresariales. Las prioridades identificadas se compilan en una agenda, documento que se comparte con la contraparte argentina para definir puntos comunes y establecer un trabajo conjunto.

El Consejo trabaja en dos líneas: bilateral y regional. Hay acciones específicas para un comercio más estrecho entre Brasil y Argentina. Argentina es actualmente el 3er principal socio comercial brasileño, con una participación del 4,4% en la cadena comercial de 2020. Sin embargo, ha habido una caída en las exportaciones brasileñas desde 2017. Es necesario un mayor pragmatismo para la reanudación del crecimiento en la agenda bilateral.

Durante el plenario, se presentaron a los miembros del Consejo las prioridades para la Facilitación del Comercio, incluido el establecimiento de un comité bilateral público-privado para implementar el plan de trabajo del Memorando de Entendimiento para la Facilitación del Comercio, firmado por Brasil y Argentina, en 2020.

En este plan de trabajo también se encuentran acciones como la firma del Acuerdo de Reconocimiento Mutuo entre los programas de Operador Económico Autorizado (OEA) brasileño y argentino; la implementación e internalización de Sistemas de Ventanilla Única en ambos países; la adopción de estándares y documentos electrónicos reconocidos internacionalmente para procesos aduaneros más prácticos y modernos; y la eliminación de las barreras comerciales impuestas a la exportación de productos.

Para la agenda regional, siendo Brasil y Argentina los principales socios comerciales del Mercosur, existen acciones específicas para fortalecer y desarrollar el bloque. En marzo de este año, Mercosur cumplió 30 años desde la firma del Tratado de Asunción.

En la ocasión, socios del sector privado, en el ámbito del Consejo Industrial del Mercosur, presentaron una declaración conjunta de compromisos. Estos compromisos fueron avalados en la reunión de Cembrar, enfatizando la necesidad de que ambos gobiernos implementen políticas públicas que aseguren retornos económicos estables y predecibles para la actividad productiva.

Entre las prioridades para la integración regional del Mercosur, la CNI destaca la necesidad de apertura comercial, principalmente a través de acuerdos comerciales, y la importancia de revisar el Arancel Externo Común (TEC).

La pérdida de un trato por la apertura unilateral de negociaciones comerciales preferenciales, sumada al alto costo exigido a los empresarios brasileños, especialmente los impuestos, puede colocar a la industria en una posición menos equitativa en relación a los productos importados.

La opción de abrir el mercado a las exportaciones brasileñas a través de la ruta negociada (en el bloque) permitirá un período de transición para la reducción arancelaria y una mayor planificación por parte de las empresas. Así, Cembrar defiende el mantenimiento del poder de negociación del Mercosur en la negociación de acuerdos comerciales, la previsibilidad y la planificación por parte de las empresas.

Para la agenda del Mercosur, Cembrar también destaca las negociaciones comerciales con terceros países como una prioridad. Es fundamental mantener la acción conjunta de los miembros del bloque, para preservar e incrementar la capacidad negociadora de nuestra región, concluye Mauro Bellini en su publicación en CNI.

El capítulo argentino

El informe publicado por la Unión Industrial Argentina, UIA, destaca no sólo la guía de trabajo para los próximos meses que llevarán adelante la UIA y CNI en forma conjunta, sino que profundiza el compromiso “con la integración productiva, y las acciones que desde la iniciativa privada estamos encarando para abordar los desafíos que nuestras cadenas productivas regionales tienen por delante en materia de productividad, competitividad, entre los que se destacan el desarrollo tecnológico y de la industria 4.0, políticas activas en favor de la integración de valor, la inversión requerida en infraestructura energética, de caminos y de conectividad en la región”, concluye el informe de UIA.

En la apertura de la reunión plenaria, el presidente de la sección argentina del Cembrar, Luis Tendlarz, destacó que “como industriales del Mercosur ya afirmamos desde el Consejo Industrial del Mercosur en marzo, que los debates como el de la reducción del AEC o la flexibilización de los acuerdos comerciales, no están teniendo en cuenta el cambio de contexto, de circunstancias y la realidad de nuestra región. Es necesaria la articulación pública privada para que las negociaciones promuevan la integración productiva y de inserción en el mundo, pero siendo francos en las desiguales condiciones con las cuales competimos con otros países y con realismo ante los resultados esperados”.

Asimismo, en su intervención en el cierre de la reunión plenaria, el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, abordó el potencial de las industrias de ambos países. “En esta pandemia demostramos la capacidad de nuestras empresas para producir nuevos bienes que fueron necesarios y abastecer en tiempo y forma en los momentos críticos. Tenemos un capital humano en ciencia y tecnología que junto a nuestra industria es capaz de crear valor y productos innovadores para la región y el mundo”, señaló.

La reunión plenaria contó con la participación del presidente de la sección brasileña del CEMBRAR, Mauro Bellini; el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli; el embajador brasileño en Argentina, Reinaldo José de Almeida Salgado; el superintendente de Desarrollo Industrial de CNI, João Emílio Gonçalves; el presidente de UIA, Alejandro Mayoral, especialistas en comercio exterior como Paulina Campión representante en el Departamento de la Cámara de Industria del Calzado y más de 120 empresarios de ambos países.

Gobierno argentino acepta negociar una rebaja de aranceles en el Mercosur

A pesar de nuevas ofertas por parte de Argentina en relación con la flexibilización del AEC, la reunión del Consejo del Mercado Común, de cancilleres y ministros de Economía de los países del Mercosur volvió a postergarse este martes, cuando debía tener lugar en Buenos Aires, Argentina.

El Consejo del Mercado Común debió sesionar el pasado 8 de junio, a pedido del gobierno de Uruguay, pero se decidió postergar una semana, para el 15 de este mes, que volvió a ser suspendido sin fijar una fecha alternativa.

La postergación se debió a la falta de acuerdo entre el planteo de Brasil de una drástica reducción en el AEC -por lo menos del sector del ministro de Economía Guedes-, que podría llegar a tomar en forma unilateral, acompañado por Uruguay, y la posición de Argentina, apoyada por Paraguay, que propone un recorte paulatino. Todo indica que las definiciones se producirán en el segundo semestre, cuando Brasil asuma la presidencia pro tempore del bloque.

Con el objetivo de impedir una implosión en el bloque regional, que ya lleva 30 años de desarrollo, el gobierno argentino había preparado una propuesta de reducción más pronunciada del AEC, dejando fuera del recorte a un 25% del universo arancelario, especialmente los sectores sensibles.

El pasado 26 de mayo, los ministros de Economía, Martín Guzmán; Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y Relaciones Exteriores, Felipe Solá, se reunieron en la Quinta de Olivos para consensuar una posición común sobre la reducción de los derechos de importación fijados en la unión aduanera, y que vienen siendo objeto de debate dada la presión del brasileño Jair Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, aduciendo una "pérdida de competitividad" por esta política proteccionista.

En abril, y nuevamente bajo presión, el Gobierno ya había aceptado una rebaja del AEC en cerca de 1,900 posiciones arancelarias, que dan cuenta de insumos con bajo o nulo impacto en la industria. Ante la falta de apoyo a la propuesta, que se tradujo en una nueva suspensión de la reunión de Cancilleres que se llevaría adelante el miércoles 16, los ministerios intervinientes trabajan una propuesta más amplia, que implica ceder la protección de ciertos bienes industriales.

En los despachos oficiales reconocen esta propuesta, pero sostienen que ciertos sectores sensibles, y particularmente los bienes finales, quedarán exentos de la oferta a discutir en los próximos días en una reunión extraordinaria del Grupo de Mercado Común, la instancia de coordinación periódica.

La flexibilización de la oferta, quedó plasmada por el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Jorge Neme, quien el viernes pasado admitió que "la Argentina tenía una propuesta de convergencia en el 25% del nomenclador y, trabajando en conjunto con los ministerios de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, alcanzamos una convergencia del 75%, restando un 25% a resolver con nuestros socios, a partir de 2022". La contrapropuesta, según subrayó Neme, busca "no afectar los bienes finales, resguardar la competitividad industrial y así no perjudicar a los sectores más sensibles", tales como automotrices, textiles, calzado, marroquinería y juguetes.

Este movimiento, que coincide con la postura de preservación de los industriales argentinos y brasileños participantes del Consejo Industrial del Mercosur, podría originar roces entre Itamaraty, más proclive al cuidado de la relación con Argentina, y el ultraliberal ministro de Economía de Bolsonario, Paulo Guedes, que se mantiene intransigente en la propuesta de la disminución drástica unilateral de todo el universo arancelario. En este caso, Uruguay se vería también obligado a moderar su idea de romper el mecanismo conjunto de negociaciones de acuerdos comerciales, plasmado en el Tratado fundacional de Asunción, para avanzar en acuerdos bilaterales con países extrarregionales.

En este sentido, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de Argentina, Jorge Neme, destacó en un encuentro con empresarios que el Mercosur “constituye la plataforma de proyección internacional por excelencia” para los países de la región. “Como bloque tenemos otra palabra y otro peso en el contexto internacional”, subrayó.

Neme se refirió en particular al debate sobre la flexibilización del bloque y, sin mencionarlo expresamente, a las diferencias con la postura de los gobiernos de Uruguay y Brasil: “No compartimos la posición de que cada país inicie negociaciones de manera individual. La fortaleza del Mercosur está en una proyección internacional conjunta”, afirmó, antes de señalar que por ese camino “se puede fortalecer la economía” de los países.

El funcionario del Palacio San Martín, también consideró que Argentina tiene que “conectarse con más intensidad con el mundo”, pero esa no puede ser una “apertura indiscriminada e inocente”, sino “de diálogo creativo con el resto de las regiones y países”. Para ello, opinó, “el Mercosur es la plataforma ideal”.

Europapress/La Diaria/Cancillería argentina

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