Por una Región sin hambre

La región ha sido la primera en alcanzar las metas del milenio en materia de hambre, pero hay una gran agenda pendiente, señala Bernardo Kliksberg en una nota que se reproduce a continuación.

El Papa francisco previno en México “La experiencia nos enseña que cada vez que seguimos el camino de privilegios o beneficios para unos pocos en detrimento de la mayoría de todos, más tarde o más temprano la vida de la sociedad se transforma en tierra fértil para la corrupción, el tráfico de drogas, la exclusión de diferentes culturas, la violencia, los secuestros y la muerte, trayendo sufrimiento”.

En un Continente pleno en riquezas potenciales y posibilidades pero con muy exigentes desafíos por delante, como los más de 170 millones de pobres, y los 200 millones de vulnerables, Francisco llevó su palabra en México, como suele hacerlo, a lugares emblemáticos.

Rezó en Chiapas con las comunidades indígenas, en defensa de la tierra, “Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia”. Denunció su persecución “Los pueblos indígenas tienen mucho que enseñar a la humanidad. Muchas veces de modo sistemático y estructural vuestros pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, sus culturas, su tradición. Otros mareados por el poder, el dinero, y las leyes del mercado los han despojado de sus tierra o han realizado acciones que las contaminaban, que tristeza”.

Francisco llamó en forma concreta a responsabilidades como lo hizo en viajes latinoamericanos anteriores a Paraguay, Ecuador, y Bolivia, en donde invocó la necesidad de asegurar a todos las tres T: Tierra, Trabajo, y Techo. Señaló “a los dirigentes de la vida social, cultura y políticas les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino…ayudándolos a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: viviendas adecuadas, trabajo digno, alimentos, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz”.

Varios de los temas centrales que abordó el Papa serán objeto de análisis sistemático en la Conferencia Regional 2016 de ministros de agricultura de la región que organiza la FAO en el mismo México. Con la dirección mundial de Jose Graziano Da Silva, recientemente reelecto por unanimidad al frente del organismo, y el liderazgo para América Latina y el Caribe, de Raúl Benítez, la FAO ha lanzado junto con la CELAC, la meta de convertir a la región en un área con hambre cero en el 2025. Hay avances de gran consideración, liderados por la FAO. La región ha sido la primera en alcanzar las metas del milenio en materia de hambre, pero hay una gran agenda pendiente donde las enseñanzas papales pueden ser de gran utilidad. Implica entre otros, según lo ha destacado Graziano Da Silva, temas como la promoción de la agricultura y la familia campesina, el enfrentamiento vigoroso de la obesidad, y particularmente de la infantil, el fortalecimiento de la capacidad de los agricultores de defenderse frente a los efectos, cada vez más duros del cambio climático, como entre ellos las inundaciones masivas. En todos esos y muchos otros temas conexos, la FAO viene acompañando a las políticas públicas en la región, elaborando y aplicando propuestas de alta efectividad.

La acción simultánea de la voz de Francisco, y la tarea silenciosa y esforzada de organismos como la FAO que materializa en programas concretos, algunas de sus orientaciones como la imprescindibilidad de la justicia, la dignidad de todos los seres humanos, la revalorización de las comunidades indígenas, y campesinas, la inclusión universal, renuevan la esperanza en el futuro del Continente.

(*)        Asesor Principal de la Direccion Regional de la FAO para América Latina. Kliksberg@aol.com