La estática y la dinámica del MERCOSUR

¿Constituye el MERCOSUR un espacio político e institucional que logre procesar y contribuir a dar respuestas, en forma democrática y pacífica, al tipo de conflictos que se presentan en la región?


“La tendencia a corto y mediano plazo de los conflictos armados inter-estatales en la región, motivados por disputas fronterizas y reclamaciones territoriales, tiende a decrecer, mientras que los conflictos y tensiones domésticas de carácter socio-económico (predominantemente en vinculación con los procesos de polarización y exclusión social que se han profundizado a raíz de la aplicación de programas de ajuste estructural (inspirados en el llamado “Consenso de Washington”) y la tendencia al desarrollo de nuevos conflictos y de tensiones transnacionales (básicamente vinculados al crimen transnacional, las migraciones, el narcotráfico, el desarrollo de movimientos étnicos transfronterizos, el terrorismo global) son proclives, a corto y mediano plazo, a incrementarse” , señala Vázquez.

En primer lugar, el MERCOSUR tiene un importante déficit de accountability: es difícil para actores tanto políticos como sociales identificar quién toma cuál decisión, quién es responsable, en el proceso de integración. Carece de la necesaria legitimidad con respecto a la clase política, a las tecnoburocracias de agencias ajenas al proceso decisorio, a las organizaciones de la sociedad civil y a la ciudadanía en general.

¿Constituye el MERCOSUR un espacio político e institucional que logre procesar y contribuir a dar respuestas, en forma democrática y pacífica, al tipo de conflictos que se presentan en la región? las características de la arquitectura institucional del bloque y del que, tomando la idea europea de “método comunitario”, podríamos denominar “método de la integración”.

La estática. El diseño institucional del MERCOSUR se establece en el Protocolo de Ouro Preto (POP) de 1994, Se trata de un modelo de integración que tiene como meta central durante la década del ’90, si bien con dificultades de implementación, la integración negativa en el terreno comercial, es decir, fundamentalmente, la liberación de las barreras al comercio, dejando de lado otros objetivos, como el establecimiento de una política comercial común o la coordinación de las políticas macroeconómicas, que estaban presentes incluso en el Tratado de Asunción que da origen al MERCOSUR. Esta arquitectura institucional tiene importantes elementos de “diplomacia presidencial”, favorecida por una constelación institucional intergubernamental.

El modelo institucional vigente no refleja en ninguna de sus instituciones decisorias un proyecto colectivo. Se verifica una ausencia de formaciones permanentes de los órganos decisorios.

La dinámica. En la actualidad, la integración presenta un escenario complejo y contradictorio. Se avanzó en la participación ciudadana con la creación del Parlamento del MERCOSUR, y el Foro Consultivo de Municipios, Provincias, Estados Federados y Departamentos del MERCOSUR. Asistimos a la presencia de múltiples organizaciones regionales y redes regionales de organizaciones, además de la puesta en marcha de la iniciativa SOMOS MERCOSUR (www.somosmercosur.org) y, vinculado con ello, la creación de los puntos focales para la participación de la sociedad civil en la integración, en cada uno de los Estados parte y la conformación de su grupo promotor.

En la medida en que cada uno de estos puntos focales se consolide y forme parte de la estructura de los Estados del bloque, podrá crearse en el mediano y largo plazo un cambio de cultura política e institucional con respecto al diseño e implementación de políticas públicas en el proceso de integración, asegura Mariana Vázquez.

Este estado de situación implicaría, en el largo plazo, un cambio de paradigma importante en la región que tendría un impacto sumamente positivo en términos de democratización y de creación de espacios legitimados socialmente para canalizar demandas e intereses

La reforma institucional sin la densidad de la participación social que está comenzando a ganar visibilidad en la región estaría vacía de contenido pero, a su vez, la “participación espontánea”, si bien es una condición necesaria, no es suficiente.

No hay política de prevención de conflictos sin política de desarrollo y sin participación de la sociedad civil. Es sólo desde la inclusión social, concebida en un sentido amplio, que podremos dar una resolución real a los conflictos y contribuir con el cumplimiento, por fin, de las promesas incumplidas en la región, concluye la coordinadora del CCSC. (Texto completo en Dossier Temas del Cono Sur Nº 25).

* Lic Mariana Vázquez, Coordinadora Técnica del Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de la Cancillería Argentina. Fragmento de Presentación en el Programa de Diálogo InWent/CEFIR: “Inclusión social en el MERCOSUR”-Presidencia de la Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR-Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Oriental del Uruguay, Montevideo, 22 al 24 de mayo de 2006

Lic Mariana Vázquez