Estrategias para manejar los recursos finitos del planeta

Milán, 4/ 6 - Si desde las políticas públicas se incorporan unos patrones de consumo y producción sostenibles en la planificación y la implementación nacional del desarrollo, será más fácil y más barato producir bienes y servicios de manera más eficiente, con menores riesgos para la humanidad y el medio ambiente.


Los costos financieros y ambientales por el agotamiento de los recursos están empezando a afectar al crecimiento económico en todo el mundo. Por ello, los países necesitan encontrar estrategias para manejar unos recursos finitos satisfaciendo al tiempo las necesidades de una población mundial en crecimiento y cada vez más urbana.

Si desde las políticas públicas se incorporan unos patrones de consumo y producción sostenibles en la planificación y la implementación nacional del desarrollo, será más fácil y más barato producir bienes y servicios de manera más eficiente, con menores riesgos para la humanidad y el medio ambiente.

Estudios recientes muestran que una mayor eficiencia puede contribuir a reducir la demanda energética entre un 50 y 80% en la mayoría de los sistemas de producción y en los servicios públicos. En algunos sectores como la construcción, la agricultura, la hotelería, la industria y el transporte, sería comercialmente viable alcanzar entre un 60 y 80 por ciento de mejora en la eficiencia energética y del agua. 

Los medios para lograrlo se presentan en una guía del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) titulada “Producción y consumo sostenibles: Un manual para hacedores  de políticas”, lanzada con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente. La guía es una contribución directa del PNUMA para la implementación del  Marco Decenal de Programas sobre Consumo y Producción Sostenibles (10YFP por sus siglas en ingles), adoptado en  la Cumbre de Río+20. Este Marco Decenal da mayor apoyo a los países –tanto desarrollados con en desarrollo- para que adoptar modelos de consumo y producción más sostenibles.

El manual contiene datos muy convincentes tanto relativos al impacto de unos patrones de consumo y de producción no sostenibles, como a los beneficios en términos de eficiencia que traería la incorporación de patrones sostenibles de producción y consumo.

El subsecretario general de la ONU y director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, declaró que “Los últimos 50 años han sido testigo de una rápida transformación de nuestra relación con el mundo natural el uso cada vez mayor de los recursos naturales está llevando a la degradación ambiental. Estamos funcionando aproximadamente con un 40 por ciento por encima del “presupuesto” de la Tierra. De mantenerse las tendencias de población y consumo en el modelo actual (business as usual), los niveles de extracción anual de recursos del año 2000 podrían triplicarse hasta los 140.000 millones de toneladas para el año 2050.” “Debemos preguntarnos cuáles serán las consecuencias de este ritmo de consumo y de esta trayectoria de crecimiento de la población, que se calcula podría llegar a los 9.000 millones de personas en 2050.”

La guía ayudará a los Gobiernos y otras organizaciones a utilizar las políticas y herramientas de consumo y producción sostenibles para alcanzar los objetivos nacionales de desarrollo a través de un aumento de la eficiencia de los recursos, la reducción de los costos de producción y la creación de empleo. Una mejor gestión de los patrones de consumo a través de políticas y estilos de vida inteligentes ayudará a crear un modelo alternativo de crecimiento económico en el que las necesidades de la mayoría queden satisfechas de una mejor manera gracias a la gestión inteligente de los preciados recursos.

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