En 2009 habrá más crédito para enfrentar la crisis

En el marco de un paquete de medidas por $ 13.200 millones, el Estado argentino destinará $ 3.000 millones a créditos para las Pymes y facilitará el blanqueo del personal no declarado en el sector. Aunque hay algunas dudas sobre cómo se financiarán los beneficios, los empresarios son optimistas.


El gobierno argentino respondió a los síntomas inequívocos de la desaceleración económica que surgieron en las últimas semanas con una batería de medidas de fomento para la industria, el agro y el consumo, por un total de $ 13.200 millones a los que se sumará un plan de obras públicas por cerca de $ 71.000 millones. El paquete incluye una amplia moratoria tributaria y previsional que beneficia en especial a las Pymes, además de una propuesta para la repatriación de capitales.

Algunas medidas fueron bien recibidas y de manera unánime, como fue el caso de los planes de regularización de trabajadores informales, pero otras despertaron críticas y dudas que tienen que ver con la implementación práctica de los anuncios y con el origen de los fondos para financiarlos. Sin embargo, referentes del sector Pyme coincidieron en que las ventajas son lo suficientemente atractivas como para intentarlo, entre ellos el titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), Francisco Dos Reis.

La primera parte del Plan Anticrisis se dio a conocer el 25 de noviembre pasado, en medio de la conferencia que realizó la Unión Industrial en Pilar. En esa ocasión se anticiparon incentivos para retornar capitales que se habían fugado del país, una moratoria impositiva con reducción de capital e intereses y un plan para regularizar trabajo en negro orientado a las Pymes. A eso se le agregó la creación del Ministerio de Producción –a cargo de Débora Giorgi-, que tendrá bajo su órbita a las secretarías de Industria, Agricultura, y Turismo, a la Agencia Nacional Inversiones y algunas áreas de Cancillería como promoción de Comercio Exterior. Se espera que el área de la Subsecretaría Pyme (SEPyMe) sea una de las prioridades de Giorgi.

En esa oportunidad hubo una segunda tanda de anuncios, esta vez referidos a un paquete de obras públicas por $ 71.000 millones que posibilitará aumentar el empleo del sector hasta 770.000 puestos. Esta segunda parte fue anunciada también por la Presidenta Cristina de Kirchner, que aprovechó el encuentro anual de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). Una semana más tarde se informaron los detalles de créditos para la compra de electrodomésticos y automóviles cero kilómetro, y de líneas de fondeo para el agro y las Pymes.


Para el agro, la industria y las Pymes

Los $ 13.200 millones anunciados por el Gobierno argentino se abocarán a dar créditos que alienten el consumo, a través de la compra de automóviles y electrodomésticos, y por medio de préstamos personales. La semana próxima se prevé realizar la primera licitación entre los bancos por $ 350 millones para los créditos de automóviles, y quizás también por otros $ 250 millones para créditos personales de hasta $ 5.000 por persona, en todos los casos a través del Mercado Abierto Electrónico. Por ahora lo único que se sabe es que la meta es vender 100.000 autos con este programa de promoción, además de 700.000 electrodomésticos, y que el gran condicionante en todos los casos es que las empresas que participen de los incentivos no podrán despedir personal en los próximos meses. El otro punto fuerte del anuncio fue la baja de retenciones a las exportaciones del trigo y el maíz.

La principal preocupación que expresaron muchos empresarios y economistas es de dónde saldrán los millones que promete el programa. En respuesta, voceros oficiales adelantaron que $ 7.500 millones provendrán de plazos fijos de la Anses, otros $ 2.700 millones serán de plazos fijos del Banco Nación, y los restantes $ 3.000 millones los aportarán las Lebac que posee la Anses. Según se detalló desde el Gobierno, el dinero se distribuirá de la siguiente manera:

• Electrodomésticos: habrá $ 3.500 millones de pesos, con un máximo por préstamo de $ 5.000.
• Autos: $ 3.100 millones en préstamos para la compra del primer 0 km.
• Utilitarios: $ 650 millones para financiar la compra de vehículos comerciales y camiones.
• Agro: habrá créditos y rebaja de impuestos:

- $ 1.700 millones para prefinanciación de exportaciones y capital de trabajo.
- Se bajarán 5 puntos porcentuales las retenciones a las exportaciones de trigo y maíz. El costo fiscal de la medida se estima en $ 500 millones al año.
- Por medio de los planes “Trigo Plus” y “Maíz Plus” se bajará otro punto porcentual de las retenciones por cada millón de toneladas que se aumente la producción anual.

• Industria: $ 1.250 millones para créditos para prefinanciación de exportaciones y capital de trabajo.
• Pymes: $ 3.000 millones de pesos para prefinanciar exportaciones y capital de trabajo.

La Unión Industrial (UIA), la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), y muchas otras entidades empresarias elogiaron las medidas por sus efectos indiscutiblemente benéficos para la economía. Jorge Brito, titular de la asociación bancaria, aseguró que el sector financiero trabajará a toda velocidad para implementar rápidamente los créditos y consideró que "el incentivo a la producción redundará sin duda en un importante aliento a las exportaciones". Pero también existe la preocupación por el esfuerzo que deberá hacer el Gobierno para solventar todos los anuncios, en momentos en que se debilita el superávit fiscal según advierte el economista Mario Brodersohn. Hay quienes hablan de una brecha calculada en 7.000 millones. En cambio, otros especialistas remarcan que la Argentina está muy sólida para enfrentar el escenario de inestabilidad mundial. Aldo Ferrer destacó que la economía ha crecido más de 60% desde 2002, con u$s 48.000 millones de reservas y "un importante superávit fiscal”.

Ernesto Kritz, economista de SEL Consultores, alertó que el dinero de los plazos fijos de la Anses que se utilizará para dar los créditos no es otro que el ahorro de los jubilados, que vendrá de las cuentas de capitalización que estaban en manos de las AFJP y que fueron estatizadas. “Si esa plata ahora se presta el 11% significa que se está reduciendo el valor real de los fondos en unos siete puntos porcentuales cuando el dinero de los jubilados tiene que colocarse al interés más alto, no al más bajo", advirtió. Otra consecuencia es que, al tener al consumo como objetivo, los fondos dejarán de destinarse al sector privado.


Blanqueo en las Pymes

Las Pymes argentinas con hasta 10 empleados podrán “blanquear” a su personal y regularizar sus deudas previsionales sin pagar intereses. Si se tiene en cuenta que en esta categoría entra el 84% de las empresas del sector, es fácil advertir que el anuncio encontró escasos detractores, sobre todo si se piensa que el empleo informal en todo el país se ubica entre 36,5 y 43% según se miren los datos del INDEC o las estimaciones privadas, por lo que un anuncio de estas características es muy oportuno. Los siguientes son los puntos fundamentales:

• Se condonará la deuda impositiva laboral a la Pyme que registre a sus empleados no declarados.
• Habrá un plan de regularización para deudas por contribuciones patronales.
• La Pyme pagará el 50% de las contribuciones patronales por cada empleado nuevo durante el primer año, y en el segundo tributará el 75%. La condición es que ese puesto se mantenga por un plazo de 24 meses.
• Se fijará una salvaguarda para que el beneficio anterior no pueda ser utilizado reiteradamente cambiando al trabajador cada dos años.

Un grupo de economistas que salieron a opinar sobre la medida objetó que esta salvaguarda es de implementación engorrosa, en tanto el perdón de las deudas impositivas castiga una vez más a las firmas que cumplieron con sus obligaciones tributarias. Kritz opinó que en este caso hubiera sido más recomendable lanzar un régimen impositivo laboral simplificado, con una suma fija, similar al esquema del monotributo; otro experto, Martín Romeo, de la consultora Equis, recalcó que hay zonas del país como el Noroeste que necesitan medidas adicionales ante la dura situación por la que atraviesan.

Vicente Donato, de la Fundación Observatorio Pyme (FOP), señaló que todas las medidas anunciadas para las Pymes son positivas en el momento macroeconómico por el que atraviesa la Argentina, pero admitió que la que se refiere al blanqueo de personal quizás no logre el éxito deseado. “No veo que una Pyme quiera blanquear su personal si no sabe si va a poder vender durante el año próximo", admitió.


Anuncios para la construcción

Es sabido que la construcción es una de las industrias madre en Argentina, por su efecto multiplicador en todos las actividades productivas. Representa el 7% del PBI y explica el 13% del crecimiento del país en los últimos cinco años, por lo que fue uno de los ejes del Plan Anticrisis lanzado por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El plan de obras públicas por $ 71.000 millones permitirán generar 400.000 nuevos empleos en el rubro y contempla el lanzamiento de líneas de créditos hipotecarios. No fueron muchos los detalles que se dieron a conocer sobre las tareas que se realizarán, las condiciones para acceder a los préstamos ni acerca de cómo se financiará todo. Habrá que esperar hasta el 15 de diciembre, fecha fijada para el gran anuncio, el mismo día en que se hará oficial la desaparición de las AFJP y el traspaso de los fondos que tenían en custodia a las arcas públicas.

Por ahora, algunos trascendidos indicaron que las obras se financiarán con parte de los recursos presupuestarios, créditos externos y con fondos del impuesto al Gasoil, entre otros recursos. Pero sin duda sobra aclarar la importante noticia que implica para el sector Pyme ya que la construcción motoriza a todas las actividades productivas y de servicios. En este sentido la iniciativa, criticada o no, llegará muy a tiempo para paliar la gravísima situación del empleo. De acuerdo a un informe de la consultora Ecolatina solamente por medio de la obra pública se puede detener la caída del sector de la construcción y, por lo tanto, preservar las fuentes laborales que en el tercer trimestre se redujeron en casi 5% respecto al mismo período del año anterior. Los pronósticos indican que sin la iniciativa del Estado nacional, la edificación para viviendas, las obras petroleras y las obras privadas seguirán en picada, con el consecuente daño para el sector Pyme. El secretario de la CAC, Gregorio Chodos, fue el portavoz de sus pares a la hora de expresar el entusiasmo con el plan de obras. "Es una política keynesiana como hace mucho no hay", sintetizó.


Créditos para compra de autos

Otro de los rubros elegidos por el Gobierno para apuntalar la actividad y frenar las suspensiones y despidos fue el automotriz, uno de los más golpeados por la crisis a nivel mundial. El pasado fin de semana se conocieron detalles sobre los créditos para la adquisición de autos económicos con cuotas que van de $ 800 a $ 1.000, que abarcará una gama de doce modelos. La intención oficial es garantizar que el año que viene se vendan 100.000 autos cero kilómetro más. Algunos detalles:

• El Gobierno destinará a esta iniciativa $ 3.100 millones provenientes de los fondos de la Anses colocados al 11% anual en el sistema bancario, que serán represtados a través de entidades que cobren la sobretasa más baja al público.
• La compra se financiará a través de planes de ahorro previo de 60 cuotas con una cuota inicial de alrededor de $ 800, o bien con un crédito bancario a 48 meses, a tasa fija o combinada.
• Los préstamos no superarán los $ 31.000.
• El objetivo será financiar a quienes quieran comprar su primer auto cero kilómetro en los últimos cinco años.
• La tasa del crédito prendario podrá ser a fija del 11% y el comprador aportará la diferencia, o bien se combinará tasa fija y variable.
• El ingreso mínimo requerido es de $ 2.500 por persona o $ 5.000 por grupo familiar.
• Las empresas automotrices aportarán al esquema dos modelos cada una.
• Para acceder al programa de promoción, las automotrices se deberán comprometer a no despedir personal.

Hasta aquí los detalles conocidos de la iniciativa, pero en adelante sin duda la discusión estará centrada en el precio que cada terminal fijará para estos automóviles. La negociación se realizará caso por caso, en cada una de las terminales automotrices, de las que se espera resignen parte de su rentabilidad para poder ofrecer al público vehículos cuyo valor ronde los $ 30.000 a 40.000. Las compañías automotrices señalaron que el plan oficial brinda ventajas al usuario ya que la cuota bajaría a $ 800 desde el promedio que se paga hoy en el mercado, de entre $ 1.000 y 1.100 pesos mensuales. Además, permite entregar la unidad una vez pagado el 20% del valor, mientras que hoy los planes vigentes requieren cancelar un 30%.
Otro aspecto del plan es el que prevé incluir modelos fabricados en Brasil, así como se contempló en el plan de estímulo lanzado hace poco por esa nación, que también previó a compra de autos fabricados en la Argentina. Sin embargo, algunas quejas se escucharon entre empresarios autopartistas ante el temor de que al final se beneficien más sus pares brasileños, ya que el programa en Argentina prioriza los vehículos baratos, que se fabrican principalmente en las fábricas asentadas del lado brasileño.

El vicepresidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA), Abel Bonrad, adoptó una postura equilibrada al destacar por un lado las ventajas del plan en términos de mantener el empleo y morigerar la crisis, y reconocer por el otro que "no es la panacea". “Este plan implica agregar posibilidades de incorporar un nuevo escalón al consumo de autos y es una herramienta más que no va a solucionar el problema del mercado", dijo. El empresario se refería a que la iniciativa oficial, aunque bienvenida, ayudará a vender 100.000 autos pero será la industria la que deberá ingeniarse para colocar otras 500.000 unidades en 2009 para que el sector siga dinámico y no se achique el empleo.

Otro empresario, el presidente del grupo de concesionarias de automóviles D´Arc Maynar, Ernesto Baldassare, propuso eliminar las distorsiones sobre el salario que plantea la llamada "tablita de Machinea", que grava los ingresos de los trabajadores con el impuesto a las Ganancias, para mejorar los ingresos de las familias y que estas puedan acceder con mayor facilidad de los préstamos nuevos. Baldassane expresó dudas por el éxito del plan ya que opinó que una iniciativa para incorporar consumidores al mercado de los cero kilómetro debería instrumentarse en momentos en que la economía marcha bien y no cuando hay crisis, porque además la franja a la que apunta el plan, en estos momentos, tiene su atención puesta en llegar a fin de mes y en conservar su trabajo. "Lo mejor hubiera sido dar líneas blandas en los bancos para que los autos sean los que la gente demanda, todos equipados, y para quien realmente los pueda pagar", subrayó.


Repatriación de capitales

Sin duda fue la medida más polémica. Distintos expertos coincidieron en que los fondos de argentinos en el exterior alcanzan a unos U$S 123.700 millones, de los cuales la mayor parte no está declarada. Ante la gravedad de la crisis, el gobierno de Cristina de Kirchner apuntó a esa interesante suma a la hora de propiciar un blanqueo que será refrendado por el Congreso nacional. El proyecto establece que el dinero no declarado pueda blanquearse sin obligación de regresarlo al país, pagando un impuesto de 8% de impuesto, en tanto quienes se animen a ingresarlo abonarán un 6%. El tributo se reducirá a 3% en caso de que el propietario de los fondos compre títulos de la deuda pública, mientras que los que inviertan en infraestructura o en negocios inmobiliarios y rurales pagarán apenas 1%.

Ante la catarata de críticas respecto al mal precedente que sienta la condonación de las multas y sanciones que cabe a esta clase de evasión, el Gobierno aclaró que no podrán beneficiarse con esta medida quienes cumplan o hayan cumplido funciones en la administración pública, en cualquiera de los tres poderes del Estado, y tampoco se aplicará al dinero originado en ilícitos. Una ventaja de este incentivo es que lo recaudado se coparticipará entre las provincias para apuntalar a las economías regionales y a las Pymes del interior del país.

Tributaristas de todas los colores partidarios resaltaron que la decisión de fomentar una repatriación de fondos en estos términos genera inequidad para el contribuyente que sí declaró sus ingresos y pagó Ganancias, Bienes Personales y en muchos casos, IVA, además de todos los impuestos provinciales que pudieran corresponder. Y también los economistas recordaron que los planes de repatriación de capitales no declarados suelen dar buenos resultados en tiempos de bonanza y rara vez en períodos de crisis como el actual.

A favor, la explicación oficial es que la profunda crisis internacional es un importante argumento para que muchos prefieran volver con su dinero a la Argentina, sobre todo para contrarrestar la salida de capitales que sufrió la nación entre enero del año pasado y septiembre de 2008, estimada por el Banco Central en U$S 25.329 millones. Una visión intermedia la aporta la consultora Ecolatina, que señala que si bien la repatriación de capitales beneficia especialmente al sector de la construcción, “no revierten las expectativas negativas del sector privado, por lo que las esperanzas están puestas en los importantes recursos y liquidez del gobierno nacional”, apuntó en su último informe.

Un conocido tributarista, Leonel Massad, vaticinó que "el blanqueo no va a tener éxito porque los fondos están bien guardados en el exterior y lo anunciado no alcanza para convencerlos de la conveniencia de traerlos". El experto fundamentó su razonamiento en la inseguridad jurídica que sufre el país evidenciado en varios casos de nacionalizaciones de empresas y del sistema de jubilación de capitalización. Según Massad, de la masa de dinero que se cree descansa en el exterior, como mucho podría retornar u$s 10.000 millones.

Silvia Martínez