ALINPRO: Ramas de un mismo árbol

Hace unas semanas se realizó el lanzamiento de la Alianza para la Integración Productiva (ALINPRO), un espacio de diálogo, bajo el concepto de ´coopetencia´, que contó con la participación de diplomáticos, ministros de educación y referentes del ámbito empresarial, gubernamental y académico. 


Durante el encuentro se hizo hincapié en la necesidad de capacitación y se conversó, entre otros temas -tan interesantes como urgentes- acerca de: transformación digital, inteligencia artificial, cadenas de valor, innovación, paz, desarrollo y sostenibilidad.

El concepto de “coopetencia” dio marco a las exposiciones en las que se invitó a colocar el acento en la complementariedad para el logro de objetivos comunes. En palabras del Ing. Rubén Soro (rector de la UTN): “(…) la producción, la tecnología y la educación no compiten entre sí; se potencian”.

A medida que transcurría la jornada, las ideas de cada disertante fueron hilando una especie de regla mnemotécnica para pensar la integración: Alguien tejió la primera H cuando mencionó el sentido del “humor” (tan pertinente para construir en la adversidad). La siguiente H fue la de “humanidad”, esa empatía que nos diferencia de los robots, volviéndonos únicos e iguales a la vez. Luego surgió la H de “humildad”, indispensable para aprender de los demás y único modo de crecer…

El último hilo hilvanó la H de “hechos” y aquí uno de los oradores recordó el dicho con el que acostumbraba a aconsejarlo su abuelo: "lo que se dice con el pico se sostiene con la pala".

Esa coherencia es la que ha demostrado el Dr. Hugo Varsky –principal artífice de esta alianza- con su admirable trabajo sostenido y comprometido a favor de la integración.

Creo que en la construcción de cualquier proyecto, esas cuatro “H” son ineludibles. Sin embargo, me atrevo a sumar otra, la del verbo “honrar”: honrar el legado de nuestros mayores, honrar a los jóvenes que nos van a suceder -las generaciones futuras- y sobre todo, honrar nuestra propias palabras, tal como afirma el primero de los cuatro acuerdos toltecas (“sé impecable con tus palabras”).

Hacia el final del evento se habló del agua como metáfora -independientemente de las diferencias culturales, sociales, políticas o económicas de cada territorio, los océanos nos unen- y recordé una frase que Mandela no se cansaba de repetir: “Somos ramas de un mismo árbol”.

En ese sentido, iniciativas como la de ALINPRO, que apuestan por la escucha y el intercambio de puntos de vista en un clima de respeto sin olvidar el 4° de los acuerdos toltecas (“hacer siempre el mayor esfuerzo”), renuevan la esperanza en un mundo cada vez más humano.

¡Gracias por haberme convocado a formar parte de este enriquecedor diálogo!

*Lic. Silvia Gabriela Vázquez

lic.silviagabrielavazquez.rse@gmail.com

Psicopedagoga, escritora, conferencista

Dra. en Liderazgo-Orientadora vocacional

https://www.meer.com/es/authors/1853-silvia-gabriela-vazquez

Silvia Gabriela Vázquez