EMPRENDORES SOCIALES, HACIENDO EL BIEN

Los “SIN TECHO” son multitud en las principales ciudades de América Latina y de USA. La gente pasa a su lado, y en el mejor de los casos hace caridad con ellos.


Brennon Jones, un joven de 29 años de oficio peluquero, decidió que los ayudaría como mejor pudiera. Montó un pequeño local que llamó “Hair cuts for homeless”. Ofreció a los homeless de su ciudad Filadelfia cortarles el pelo gratis.

El emprendedurismo social, los que ayudan a los otros, creando innovaciones, sin interés económico, y con todo afecto y respeto, no tiene límites según demostró Jones.

Nicolás García Mayor, argentino, estudió diseño industrial. Inventó los “cubículos para poblaciones en situación de emergencia”. Una solución ultra económica para los desplazados por terremotos o guerras.

La ONU lo invitó a hablar ante la Asamblea General. El Papa Francisco, le dio apoyo. La Cámara Junior Internacional lo nombró uno de los 10 jóvenes sobresalientes del mundo. Está construyendo la planta para atender la enorme demanda de los cubículos. Cuando nos encontramos, sus ojos brillaban, y su voz temblaba de emoción por su nueva innovación. Desarrolló un simple brazalete que permite medir la desnutrición. Se pone en el brazo de un niño y en pocos minutos, adquiere uno de cuatro colores, reflejando si hay desnutrición y en qué grado. Es un aporte formidable. UNICEF comprobó que si un niño no come bien los primeros 1000 días de vida queda con desajustes cerebrales y de diversa índole para siempre. Sin embargo no es tan sencillo. Hay quienes no están interesados en que se mida la desnutrición, porque sería “mala publicidad”. Ya “Médicos sin Fronteras”, premio Nobel de la paz, está aplicando el brazalete de Nicolás.

Carlos Pereira, Brasil, premiado por la Fundación Schwab, inventó una APP que permite la comunicación y el aprendizaje a discapacitados con trastornos del habla mediante algoritmos que adaptan contenidos basados en el perfil del usuario.

Guillermo Pepe dirige la exitosa empresa de mamografías que creó su padre. Está yendo a las áreas más pobres de la Argentina para hacer mamografías gratuitas con las tecnologías más avanzadas a las madres pobres. Son transmitidas por internet a los especialistas de la empresa que trasladan los resultados por la misma vía a los médicos barriales que atienden a las madres. Fue distinguido con el Premio Samsung. La Fundación que creó la empresa dirigida por Pepe, y Natali Cegarra, está impulsando una Ley que dé a las madres un día de trabajo pago para hacerse las mamografías y otros exámenes ginecológicos imprescindibles.

Todos ellos, y muchos más han optado por hacer el bien ya. Hay instituciones que siembran emprendedores sociales de modo sistemático. Entre otras, el CONACYT de México que dirige Enrique Cabrero Mendoza, y la Red de Universidades por el emprendedurismo social que preside el autor y dirige Dalia Silberstein, realizarán el Segundo Congreso Internacional de “Cómo aplicar tecnologías de punta en la lucha contra la pobreza” en cuyo marco darán los premios del Concurso INNOVATIS que distingue los mejores proyectos en esta materia. Al primero asistieron 700 participantes, y se presentaron 120 proyectos. En una Universidad ejemplar, la Universidad de Monterrey en México, que tiene a su frente al Rector Antonio Dieck está volcada como otras hoy, al servicio al prójimo. Sus estudiantes son motivados a ser emprendedores sociales. En sus paredes se puede ver un lema que sintetiza de que se trata este nuevo oficio: “Se integró. Lo malo es malo aunque muchos lo hagan y lo Bueno es Bueno, aunque pocos lo hagan. Frase adaptada de San Agustín, y William Penn”.

 

(*) Asesor especial de la ONU. kliksberg@aol.com

Bernardo Kliksberg