El mapa político del Cono Sur en transformación

El Gran Gasoducto del Sur quedó instalado como un proyecto que unirá toda la Comunidad Sudamericana, pero en él conviven diferentes modelos de desarrollo y de integración. Bolivia y Venezuela acumulan poder.


La semana pasada, una reunión entre Hugo Chávez, Lula da Silva y Kirchner, daba el puntapié inicial al megaproyecto del gran gasoducto que surcará toda Sudamérica, en momentos de emergencia energética mundial.

Al mismo tiempo, y después de haber concretado la firma del Tratado de Comercio de los Pueblos, con Venezuela y Cuba, el gobierno de Evo Morales decide la renacionalización de los hidrocarburos que habían sido privatizados en la década del ´90.

Una reunión de emergencia en Iguazú hará que los presidentes de Argentina, Brasil, Venezuela y Bolivia discutan sobre las reglas en las que esta reestatización, que afecta principalmente a la empresa estatal Petrobrás y que compromete la provisión de gas hacia este país, se llevará adelante.

Considerado el antecedente del ALBA auspiciado por Chávez, el TCP sentó las bases de un nuevo tipo de regionalismo, después de que el gobierno de Venezuela anunciara su salida de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) esencialmente por la firma de los TLC de Perú y Colombia con Estados Unidos, que afectará las ventajas obtenidas por aquel país en la agrupación andina.

Mientras tanto, en el MERCOSUR se desatan lo que un euroaparlamentario de visita en Buenos Aires calificó como “fuerzas centrífugas” a la constitución del mercado común. Argentina y Uruguay inmersas en un conflicto que todavía no se encauzó por canales regionales; el apoyo de las Cámaras Empresarias uruguayas a la firma de un TLC con Estados Unidos; los problemas exacerbados entre Bolivia y los grandes inversores brasileños.

Por otra parte la creación de una suerte de liderazgo alternativo al del MERCOSUR por parte del Presidente venezolano organizando un proyecto de infraestructura paralelo al ideado con Brasil y Argentina, en una reunión concertada con Uruguay y Paraguay en la que Chávez dejó inaugurado un circuito energético dirigido a los pequeños países del Mercosur. La suspensión de negociaciones bloque a bloque MERCOSUR-Comunidad Andina hasta tanto se defina la salida o permanencia de Venezuela; la aceleración de los tratados de comercio bilaterales entre Estados Unidos y los países de América Latina, con el avance que ello significa sobre las preferencias ya negociadas entre bloques regionales.

Una agenda pletórica de conflictos, especialmente por la definición de políticas de nacionalización de los recursos naturales en la región, después de la asunción presente y futura (como Ollanta Humala en Perú), de dirigentes de corte nacional en América Latina.

Varios proyectos de integración y modelos de desarrollo que conviven en América Latina, interdependientes desde lo económico, especialmente en lo que se relaciona con la energía, pero sin las coincidencias políticas que se percibían hace sólo algunos meses. El mapa político de la región aún está en transformación.

Graciela Baquero