La acción conjunta y coordinada del anuncio del retorno de Argentina y Brasil a la Unión de Naciones Sudamericanas, fue pensada como un mensaje de la voluntad de ambos países de volver a construir un ámbito que había logrado constituirse como un referente de la idea de una región autónoma. Y que expresaba aquello que, a comienzos de la década del 2000, se definió como la oleada progresista.