Brasil en Presidencia pro tempore

El Gobierno de Lula da Silva asumirá el próximo viernes la Presidencia rotativa del Mercosur. Será un semestre de decisiones tales como el pronunciamiento del tribunal del Mercosur en relación con los cortes de ruta de Fray Bentos, y el retome de las negociaciones Mercosur-UE, dependientes de Doha.


Durante la Presidencia temporaria del bloque, Brasil planificó un encuentro a partir del cual retomar las paralizadas reuniones por un acuerdo de cooperación y libre comercio entre Mercosur y Unión Europea en setiembre. Lo hará después de que haya finalizado la Ronda de Doha, en la que los países del bloque están inmersos en discusiones abarcativas del recorte de subsidios agrícolas a la producción y exportación por parte de las grandes economías, con la contrapartida de una disminución en las barreras para el ingreso de los productos industriales de esos países en el Cono Sur.

Las dificultades con las que Brasil se enfrentará quedaron reflejadas en las declaraciones del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que en la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) celebrada en Rusia el último fin de semana, reconoció que será necesario tomar "decisiones que desagradarán a algunos sectores domésticos” en las negociaciones por el intercambio comercial en el seno de la OMC. Brasil está liderando un grupo de países de desarrollo intermedio en estas reuniones, y los riesgos de perder popularidad en un año electoral son tan ciertos como que tanto Argentina como Brasil, miembros del G-20, deberán hacer un sobreesfuerzo en términos de acceso a sus mercados de bienes industriales en estas negociaciones. Aunque en opinión de algunos medios especializados brasileños, las excepciones previstas podrían atenuar impactos negativos, como es en el caso de Brasil, en que la fjación de una tarifa máxima para estos bienes en torno del 20% al 25%, serviría para reducir profundas discrepancias en términos de alta protección efectiva, que alcanza al 60% en el caso de los automóviles. En este semestre deberá discutirse además cómo incorporar a Venezuela en las negociaciones, que hasta ahora interactuó con la UE a través del grupo de la Comunidad Andina.

También durante la gestión brasileña el tribunal arbitral del Mercosur deberá pronunciarse en uno de los diferendos más publicitados en el bloque regional, como es el conflicto entre Uruguay y Argentina a causa de la instalación de dos fábricas de celulosa sobre el río Uruguay, del lado uruguayo de la frontera. En este caso, el tribunal con sede en Asunción, deberá juzgar en los próximos meses el pedido de indemnización concretado por Montevideo, por perjuicios ocasionados por bloqueos de puentes y rutas en la frontera entre ambos países. El gobierno uruguayo alega que los bloqueos violaron uno de los principios básicos del Mercosur, como es la libre circulación de mercaderías y personas, y pide una indemnización de cerca de US$ 300 millones.

mercosurabc / adnmundo