Venezuela crea CAMERSUR para atender la integración productiva

CAMERSUR nace de la necesidad de contar con un gremio empresarial renovado y comprometido con el desarrollo socio-productivo de Venezuela y contribuir con la integración productiva de la Región, destacó en su exposición en el marco del CIECEX 2013, el vicepresidente de la Cámara, Julio Oliveros.


Se trata de una Asociación Civil sin fines de lucro, que cuenta con 210  asociados y alianzas estratégicas con 3500 asociados de instituciones (Públicas y Privadas).

A través de este canal, la Cámara de comercio Mercosur Venezuela ofrece: formación y capacitación, facilitación de asesoría jurídica, aduanera, y empresarial comercial. Asesoría financiera y apoyo en la canalización de financiamiento para proyectos productivos. Asesoría comercial y estudios de mercado. Identificación de Socios potenciales para la formación de Joint-Ventures, intercambios de   tecnología. También promoción empresarial y de inversiones. Participación en ferias, convenciones, mesas de negocios (Nacionales e Internacionales). Misiones Comerciales que facilitan el intercambio entre los empresarios afiliados de los países del Bloque Mercosur y Aliados

Julio Oliveros, propuso en su presentación la búsqueda de alianzas estratégicas mixtas (público-privadas), en los sectores petrolero, de servicios y de industria. En un tiempo no muy lejano, serán “los bloques los que terminarán haciendo negocios”, aseguró.

Hoy Venezuela mantiene como socio principal a Estados Unidos, tanto en términos de exportaciones como importaciones, y esa es la tendencia que se quiere revertir, explicó el dirigente empresarial. (ver presentación en esta misma nota)

Explicó además que Venezuela, con el objeto de incentivar el aparato productivo nacional, implementó subsidios y créditos blandos para desarrollar tecnología agroalimentaria. “Creemos negocios agroalimentarios integrados, y producción petrolera mixta. Así es como el petróleo será nuestro del norte al sur”, terminó Oliveros, tratando de dejar un mensaje de hermandad e integración en un congreso que transcurrió con notable agilidad.
 

Presentación completa:

8.- Venezuela- Mercosur..pptx

 

CEMEC: una empresa mixta venezolano argentina, modelo de integración productiva

El jueves 3 de octubre, en el marco del panel Integración Productiva en el Mercosur y Latinoamérica, la productora de bienes de capital Ombú, se refirió a su experiencia de integración productiva en Venezuela, Sudáfrica y Brasil. Lo hizo a través de su director industrial, ingeniero Norberto Siegenthaler, y su presidetne Orlando Castellani, que se desempeña además como vicepresidente 2º de ADIMRA (Asociación de Ind Met de la RA).

Los primeros receptores para Ombú se ubicaron en el mercado interno (acoplados, remolques, algunos carretones). Pasados los primeros años, el entorno comercial empezó a extenderse fuera de la frontera para lograr una posición más competitiva, más rentable y sostenible.  Se realizaron viajes por Sudamérica, por Colombia, Venezuela y en este último país vimos algunas oportunidades de trabajo para su vida social, económica y productiva. Este país estaba tratando de entrar en el proceso de industrialización por sustitución de importaciones, relataron los responsables de la productora de remolques agrícolas Ombú SA.

En el año 2004, Argentina realiza acuerdos bilaterales con ese país, los que permitían la constitución de empresas mixtas con capitales argentinos y venezolanos.

El 28 de octubre de 2006, se inicia un proyecto de hermanamiento entra la provincia de Santa Fe y la República Bolivariana de Venezuela. Por el estado de Bolívar (lo que designamos como provincia, en Venezuela son estados) estaba el gobernador Francisco Rangil Gómez, y por la provincia de Santa Fe, firmó el acuerdo el gobernador Jorge Obey.

A partir de eso, con un empresario venezolano que tiene empresas del rubro metalmecánica y algunas orientadas al sector petrolero, se crea Construcciones Metalúrgicas Equipos de Carga, Compañía Anónima, CEMEC, con un capital mixto, argentino – venezolano. Para ello tuvimos que contar con la asesoría técnica del Ministerio de Industrias Ligeras y Comercio, MILCO.

La fábrica se estableció en Puerto Ordaz que, junto con San Félix, constituyen Ciudad Guayana. Es una ciudad de 1 millón de habitantes que está a 600 kilómetros de la capital, Caracas.  Ahí predomina la actividad extractiva y las industrias química, siderúrgica, minera y metalmecánica.

Decidimos fabricar, en función de la zona donde estábamos, tres modelos de remolques: plataformas playas, semirremolque de vuelco trasero y volquetas trilaterales. Esa zona cuenta con importantes recursos naturales, represas hidroeléctricas, algunas las más grandes del mundo e importantes ríos como el Orinoco que desemboca en el océano. La localización de esta empresa está en Matanzas, que es una zona muy industrial, y donde alquilamos un predio que constaba de  una hectárea, donde había todo lo que necesitábamos: oficinas, vestuarios, puentes grúas, etc.

Comenzamos a funcionar con el aporte, la experiencia, tecnología e ingeniería de parte de Ombú, quedando la parte comercial a cargo del socio venezolano.

En noviembre de 2006 viajamos hasta Venezuela para capacitar a los empleados que habíamos contratado. Eran tanto venezolanos, como colombianos y peruanos. Esas naciones tienen muchos operarios que han estado por muchos países del mundo equipando grúas, en la construcción de carreteras. Por tanto pensamos que se conseguía buen material de mano de obra.

Durante la constitución de la sociedad, nuestros socios ya habían difundido la noticia de la nueva empresa  y se consumaron ventas que exigieron actuar con premura. Así que, rápidamente en Ombú, tuvimos que enviar las primeras unidades con un grado de desensamblaje, o sea mandar elementos de electricidad, y posteriormente chasis y las más pesadas. Eso fue por vía marítima a Puerto Cabello.

Las gestiones fueron complicadas con el Instituto de Nacionalización y Transporte Terrestre dado que fue difícil obtener las patentes; además los trabajadores de la aduana venezolana no estaban acostumbrados a hacer este tipo de gestiones, por tanto tuvimos más complicaciones allí.

Desde 2006 se han exportado unidades de remolque y transporte; actualmente, con una dotación moderada, estamos fabricando remolques y cajas sobre camión.

Como es sabido, en Venezuela se complicó  la adquisición de divisas entre otras gestiones, así que, si bien seguimos trabajando, lo hacemos en una modalidad más deprimida.
 

Ombú: integración en Brasil

En Ombú exportamos a muchos países limítrofes, y a muchos otros más. Han de ser 25 naciones, en total. Tenemos un proyecto de integración en Brasil. Desde hace cinco años que comenzamos nuestras exportaciones a ese país, a través de empresas importadoras brasileras. Pero el sistema tributario en Brasil hizo que rápidamente pensáramos en crear nuestra propia empresa allá, donde realizáramos las tareas de ensamblaje de las máquinas que exportábamos.

La importante devaluación del real, así como la necesidad de acceso al crédito subsidiado que tiene Brasil, para los productos brasileros y para la compra de maquinaria agrícola de su país, nos hicieron ver que necesitábamos producir allá. Por eso comenzamos a trabajar en un sistema de producción integrada por terceros ya existente, aportando desde Ombú, la ingeniería del producto y la producción.

Comenzamos con la producción de tolvas autodescargables de 14 toneladas y embutidoras de granos. Las máquinas se cortan y se sueldan en talleres de terceros y se terminan de armar en nuestra planta, en el estado de Río Grande do Sul.

Otra experiencia que tenemos es Sudáfrica, donde tenemos presencia desde 2007. Este cliente es uno de los 7 más importantes que tenemos en comercio exterior. Vendemos distintos tipos y modelos de máquinas, siendo las tolvas autodescargables el producto más demandado.

En Sudáfrica tenemos una anécdota: Hace dos años se nos presentó una doble problemática respeto a este producto.  Por un lado, Sudáfrica estableció, a modo de protección para la industria local, un arancel del  15% para importación de estas máquinas. Por otro lado, los excedentes industriales en países desarrollados como Alemania, EE.UU., Canadá, etc. hicieron que estas máquinas llegaran con menores precios a Sudáfrica. Esto nos obligó a pensar rápidamente en un cambio en el formato de las exportaciones a ese país y, trabajando junto a nuestro concesionario, llegamos a un acuerdo de integración de modo tal que aportamos nuestra ingeniería de productos, como también nuestra producción y nuestra marca.

Así, avanzamos hacia un sistema de fabricación en conjunto, desde el cual enviamos la plataforma de la tolva autodescargable compuesta por el chasis, el sistema de descarga completo, etc. y en Sudáfrica se completa la máquina con la carrocería y lo demás faltante.

Este cambio solucionó el tema del arancel, ya que éste se aplica solo en las máquinas terminadas. Mejoró el costo del producto al incluir partes terminadas en Sudáfrica y, además, optimizó el flete puesto que las partes más voluminosas se fabrican allá.

Por último, los responsables de Ombú hicieron una reflexión que seguramente pasa en la mayoría de las industrias actualmente y posiblemente suceda en el futuro: todos los países van a adoptar algún tipo de proteccionismo dado a que la desocupación existente en muchos países, los va a obligar a tratar de generar mano de obra y valor agregado. Entonces, el tema de la integración es algo fundamental para la industria y es posible de hacer. Debemos tenerlo muy presente, porque más allá de las dificultades que tenemos hoy para exportar, el mercado externo debe ser una de las premisas que debemos tener en todas las industrias, concluyeron.

GB