Proponen el lanzamiento del Eje de Capricornio desde Argentina

En el marco del Programa de Integración Productiva en vigencia desde 2008, el coordinador nacional del GIP de Argentina, embajador Hugo Varsky, propuso crear, con centro en Tucumán y con un rol fundamental de todas las provincias del NOA, el grupo de integración productiva del Eje de Capricornio, que permita trabajar de manera asociativa con el Mercosur y sus asociados. Convocó además a realizar en Tucumán, en donde surgió la I Cumbre Pyme Mercosur, una segunda Cumbre, para evaluar los temas sustantivos de la integración productiva.


Hoy la necesidad de integración no está en debate, lo que está en debate es el modelo. Por eso cuando algunos hablan de un Mercosur en crisis, yo hablo de un Mercosur en pugna, por los distintos intereses que llevan a diferentes modelos.

En un mundo más complejo, difícil, que hemos vivido en los últimos años. Europa, Grecia, Estado Unidos, en donde las cifras son exponenciales. Si la deuda pública de Estados Unidos superó el 100% de su producto bruto interno, “entonces estamos ante una situación en la cual Sudamérica, el Mercosur, tienen una oportunidad formidable”, expresó Varsky.

Mencionó como emblemático en encuentro entre las presidentes Fernández y Rousseff, con la presencia de Lula da Silva, y puso de relieve las palabras de la mandataria brasileña en la inauguración de la Embajada Argentina en Brasilia –la embajada más importante desde lo edilicio de Argentina en América Latina–.

“Si sumamos nuestras reservas con las reservas argentinas debemos ser el tercer o cuarto detentor de reservas internacionales del mundo. Además de eso, somos países con una gran capacidad productiva, los mayores productores de alimentos, somos beneficiados con recursos energéticos y minerales; tenemos, si contamos, toda el agua dulce del Amazonia, de nuestros ríos, además de los acuíferos, una proporción inmensa del agua dulce del mundo. Pero sobre todo, tenemos la conciencia hoy de que somos lo que podemos ser”. Y la presidenta Dilma más adelante hablaba de si hoy nos decidimos a ampliar todavía más nuestra integración buscando la integración de nuestras cadenas productivas.

En definitiva, si hay algo en lo que todos coincidimos, es en que en el mundo de hoy nadie puede solo. Antes se discutía si había que integrarse o no. Hoy eso no se discute, lo que se discute es con qué modelo, de qué manera nos sumamos, cuáles son los roles de los actores, si solamente nos vamos a comprar y vender o si tenemos oportunidad de pasar a etapas superiores, señaló el responsable del GIP.


El Mercosur en pugna

Por eso, en ese debate, el Mercosur está buscando un rol mucho más amplio, generando un espacio político, social y cultural, y fundamentalmente económico y productivo. Algunos dicen que el Mercosur está en crisis. Pero no, el Mercosur está en pugna, precisamente por lo que comentábamos. Está en lucha de intereses por definir cuál será la orientación definitiva. No todos quieren lo mismo, al interior de los países y ni qué hablar entre los distintos países, explicó.

Paul Krugman decía hace poco: “la productividad no es todo; pero en el largo plazo, es casi todo”. Por eso quiero decirles que uno de los ejes de este modelo de integración productiva que se ha incorporado al modelo del Mercosur es lo que está definiendo toda una orientación de trabajo. Veinte años cumple el Mercosur. Recién en el año 2008, hace 3 años, pudimos tener nuestro primer programa de integración productiva en el Mercosur.

Recordó que fue en Tucumán, en la cumbre del Mercosur de Tucumán, en 2008, donde en un evento muy importante y original que fue la primera cumbre de las pequeñas y medianas empresas que se hizo en el Mercosur y que organizó el embajador Vitar, siendo en aquella ocasión secretario de relaciones internacionales de la provincia; en esa ocasión, y en medio de una presencia del NOA muy importante, se anunció la creación del Programa de Integración Productiva centrado en las pequeñas y medianas empresas, junto con un programa de garantías recíprocas entre los países del Mercosur y un programa de ciencia y tecnología. Todo eso se anunció acá, tuvo mucho impacto y fue una decisión estratégica.


Las pyme sujeto del modelo

Entonces, permítanme preguntarnos. ¿Es posible agregar valor a nuestras commodities y en consecuencia ser competitivos en el mundo? ¿Podemos sumar capacidades para tener dimensión de producción y llegar a los grandes mercados internacionales? Todo parece ser efectivamente posible si nuestro aparato productivo se inserta claramente en esta mirada. Y nuestro aparato productivo son en un 99% las pequeñas y medianas empresas. No solamente acá, en Europa se da la misma proporción. ¿Y por qué son sólo objeto y no sujeto del modelo? Tenemos que dar un salto muy importante.

Para poder encarar la integración productiva, hay que articular cuatro sectores, explicó Varsky. El sector productivo, naturalmente; el sector público –por eso estamos acá-; el sector financiero, y el sector tecnológico. Si esos cuatro sectores no los articulamos –y no desde una conducción central, esto hay que articularlo desde abajo, con los actores reales–, no vamos a poder aprovechar esta oportunidad.

Nosotros estamos trabajando en crear las condiciones horizontales, particularmente los territorios. Así, creamos el grupo de integración productiva de Las Misiones: provincia de Misiones, sur del Brasil y el sur del Paraguay. El pasado 2 de agosto, el presidente de Uruguay y la presidenta de Argentina anunciaron la creación del grupo de integración productiva de la cuenca del Río Uruguay. Y hoy acá quiero proponerles –ya hemos estado trabajando en la Cancillería con este tema– crear, con centro aquí en Tucumán y con un rol fundamental de todas las provincias del NOA, el grupo de integración productiva del Eje de Capricornio, que nos permita trabajar de manera asociativa con los otros países del Mercosur y con los asociados al Mercosur y poder avanzar en esa dirección.

Junto a esa propuesta, el diplomático sugirió que así como en Tucumán nació la primera cumbre, en la próxima presidencia pro tempore de la Argentina, para junio de 2012, hagamos la segunda cumbre de las Pyme del Mercosur, y realicemos un balance del trabajo en estos temas sustantivos de la integración productiva.

Pero bueno, ustedes dirán, ¿qué cosas concretas hay? Estamos trabajando en muchos temas. En petróleo y gas, en autopartes, alimentos, aeronáutica, en lo naval, metalmecánico, fitosanitario. Pero lo que necesitamos realmente es lo que crezca desde los lugares, trabajando en común y con un muy fuerte apoyo político como tenemos hoy, ya que todas las declaraciones presidenciales respaldan y alientan la integración productiva, concluyó el embajador Varsky.


Algunas precisiones sobre el Eje de Capricornio

El Eje de Capricornio está conformado por la región norte de Argentina, el estado de Río Grande do Sul en Brasil, la región norte de Chile, y la región sur occidental de Paraguay. Cuenta con una extensión de 1.8 millones de Km2 y una población de 24.5 millones de habitantes. Hasta ahora fue desarrollado desde el punto de vista de la logística, a través de las reuniones de IIRSA. La nueva propuesta es hacer hincapié en los encadenamientos productivos que de este flujo de transporte se pueden lograr entre las distintas regiones de los países del Mercosur que abarca.

Este Eje de integración y Desarrollo busca potenciar las ventajas de transporte multimodal que ofrece, ya que posee ferrocarriles, transporte fluvial adecuados, y la infraestructura portuaria apropiada para el manejo de carga mineral tanto metálica, como no metálica. La red vial del Eje atraviesa barreras naturales de importancia como son la Cordillera de los Andes, los ríos Pilcomayo, Paraguay, Paraná y Uruguay. Uno de los retos a superar es la concentración de los flujos de transporte a través de un pequeño número de puentes y pasos para la interconexión entre los países lo cual limita el intercambio. Se estima que un 70% del intercambio comercial entre los países pertenecientes a la Hidrovía se realiza por este sistema fluvial que va desde Puerto Corumba (Brasil) a Nueva Palmira (Uruguay). El Eje abarca la cuenca de los ríos Paraná y Paraguay que juntas conforman una de las mayores capacidades hidroeléctricas de Suramérica.

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