Políticas de aumento de gasto son las de mayor potencial

Argentina y Brasil orientaron entre el 90% y el 80% de sus medidas al aumento del gasto público, lo que acarrearía un aumento en la demanda. Según los indicadores adelantados implementados por la CEPAL para la región, las políticas de aumento de gasto presentarían los mejores resultados a la hora de afrontar la crisis.


Los países de América Latina y el Caribe han anunciado e implementado políticas de diversa índole a fin de enfrentar los efectos de la crisis económica mundial. A grandes rasgos, las medidas se pueden dividir entre aquellas orientadas a restaurar la confianza y poner en funcionamiento los mercados financieros y aquellas cuyo objetivo es apuntalar la debilitada demanda agregada, en algunos casos a través de políticas compensatorias que atiendan a los sectores más vulnerables. El abanico de medidas anunciadas es bastante amplio, no solo porque los efectos de la crisis difieren de un país a otro y, por lo tanto, también difieren los instrumentos indicados para contrarrestarlos, sino también por las diferencias que se observan en la capacidad de cada país —determinada por la disponibilidad de recursos— para llevar adelante distintas iniciativas.

Las medidas orientadas a aumentar el gasto tienen mayor potencial que las basadas en una
disminución de impuestos. Las primeras suponen un aumento directo de la demanda, en cambio las segundas generan un aumento del ingreso disponible del sector privado que, en una coyuntura tan incierta como la imperante, es probable que se ahorre en una proporción elevada.

Al analizar las medidas adoptadas por los diferentes gobiernos para paliar la crisis, CEPAL observó entre los principales países, que la intervención en Brasil fue la más activa, con un paquete de mecanismos que representan cerca del 8,5% de su PBI, del cual un 80% se orienta al aumento del gasto (en particular, el programa de ampliación de la capacidad de inversión pública) y un 20% a la disminución de impuestos o beneficios tributarios.

La Argentina implementa medidas fiscales con un costo de alrededor del 6,0% del PIB, del cual más del 90% corresponde al aumento del gasto derivado del plan de obras públicas.
En cambio, la intervención en Chile se colocó en poco más del 2%. El plan de estímulo fiscal representa prácticamente el costo total (93%).
SM