Mochileros, un link con el mundo

En un encuentro organizado por la Fundación Standard Bank se analizó el fenómeno de los mochileros y su aporte a la creación de vínculos comerciales con el exterior.


Jóvenes profesionales contaron sus experiencias y explicaron cómo capitalizar ese aprendizaje para aplicarlo a la internacionalización de las empresas y a la inserción de Argentina en el mundo.

Cada año miles de jóvenes se inician en un recorrido que, informalmente y en una suerte de jerga, se conoce como "mochilear", un fenómeno mundial creciente que puede convertirse en mucho más que una simple aventura estudiantil si se mira cada experiencia en el exterior como una oportunidad de crecimiento personal y profesional. Desde el punto de vista del bagaje que aporta a los jóvenes que cursan las carreras de Comercio Exterior y de Relaciones Internacionales -los futuros dirigentes empresariales y gubernamentales en esas áreas-, el viaje o "mochileo" puede ser una herramienta valiosa para empresas que estén en camino de internacionalizarse.

Este inusual abordaje del fenómeno de los mochileros fue el eje del encuentro organizado por la Fundación Standard Bank, que contó con un panel de jóvenes profesionales: Enrique Avogadro, director de Comercio Exterior del Gobierno de la Ciudad; Marcos Peña, secretario general de la Ciudad; y Jonatan Müller, estudiante brasileño de Relaciones Internacionales. Ellos relataron sus experiencias de viaje y cómo las capitalizaron para enriquecer sus carreras y agregar valor a las empresas u organizaciones en las que hoy se desempeñan. El experto en Relaciones Económicas Internacionales, Félix Peña, enfatizó el valor de este aprendizaje en términos del valor agregado para los jóvenes, y sostuvo que ellos pueden ser una fuente valiosa de información para empresas argentinas interesadas en proyectarse a los mercados internacionales.

Enrique Avogadro se refirió a este conocimiento del mundo a través del "mochileo" como una inversión antes que un gasto realizado por el mero placer de viajar. Avogadro, que pasó varios meses recorriendo Europa y distintos países de Latinoamérica, estuvo en Asia durante un año junto con Marcos Peña y otro compañero de estudios, donde lograron interiorizarse de la cultura de muchos de los países de esa región, que hoy se cuentan entre los mercados con mayor potencial para los socios del Mercosur. "Realmente ese viaje nos abrió la cabeza y fue equivalente a un master", reflexionó Avogadro.

Hoy día, el funcionario porteño sigue visitando otros países sin perder de vista el desafío de volcar cada una de esas experiencias a su gestión de fomento del comercio exterior y de la internacionalización de empresas de la ciudad porteña. "Hoy voy a los supermercados con la misma actitud con que otros visitan un museo: observo los productos, el origen de los mismos, y siempre me pregunto por qué no hay un producto argentino en esa misma góndola", comentó. Desde esa particular visión, Avogadro considera que "el desafío es linkear a Argentina con el mundo no solamente desde el punto de vista comercial, porque a veces el error es que nos centramos demasiado en lo comercial, y el Mercosur peca de ese vicio". La buena noticia, destacó, es que en la creación de los vínculos que generan los mochileros no valen los monopolios. "Cada uno puede ser una antena de Argentina con el mundo", señaló.

Otra fuente de enriquecimiento para este puente cultural está dada por la enorme cantidad de recursos humanos calificados que durante años se formaron en la Argentina y luego emigraron hacia otros países. "Durante mucho tiempo nos hemos preocupado por este fenómeno, lo hemos visto como un drenaje permanente de recursos humanos -reseñó Avogadro- Sin embargo, puede terminar siendo bueno porque gran parte de esa gente va a adquirir experiencia y allí hay una oportunidad de los viajeros como conectores, ya que pueden traer esa experiencia concreta".

En el caso puntual de la relación estratégica entre Argentina y Brasil, estos vínculos personales y la gimnasia de tratar de "entender al otro" sería un valioso instrumento que contribuiría a morigerar las continuas disputas comerciales que tiñen el día a día de esta relación. En la Fundación Standard Bank subrayaron que en este caso el trabajo en red es clave para comenzar cualquier proyecto de inserción que Argentina encare. Al respecto, Marcos Peña se refirió a la creación de vínculos humanos durante la experiencia del mochileo como el activo más importante que puede reportar esta inversión a los futuros profesionales. En este sentido, agregó que una etapa fundamental del viaje es el relato de este, o lo que es igual, la aplicación del aprendizaje al terreno personal y laboral, un ejercicio que sin duda tiene que ver con lo que se conoce como la inteligencia comercial, precisó.


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