Mercosur: El proceso de integración ignorado en su complejidad

Poco después de asumir la presidencia pro tempore del Mercosur, Uruguay recibe a una delegación china en su proceso de negociación por un TLC anunciado al bloque, pero no consensuado. El tema ocupó el centro de la escena en la LX Cumbre de Paraguay, por lo que implica en términos de ignorar las reglas fundacionales y el proceso de discusión que conllevaría su modificación. Lacalle Pou no encontró encuentra apoyo para su negociación en solitario de parte del resto de los socios. El tema fue tan controversial, que la propia delegación de la cancillería del gigante asiático, expresó su interés por los acuerdos de cooperación con el bloque, en tanto no interfieran en los asuntos internos del Mercosur.


La LX Cumbre de Presidentes del MERCOSUR del 21 de julio en Paraguay, reflejó una voluntad política absorbida por la problemática nacional antes que por la preservación del sistema de integración regional más importante de la región hoy puesta en jaque.

La reunión del CMC, previa a la Cumbre presidencial del 21, logró consensos en algunos puntos del área comercial, como la reducción del Arancel Externo Común (AEC) al 10% (Decisión CMC 8/2022), ya consensuada con anterioridad. La actualización del Reglamento del Protocolo de Olivos para la Solución de Controversias del MERCOSUR. Y la conclusión de las negociaciones para un Acuerdo de Libre Comercio con Singapur. Todos fueron objetivos logrados en la presidencia pro tempore de Paraguay en este semestre.

En cuanto a la 60a Reunión del Mercosur, las prioridades pasaron más por las problemáticas nacionales que por la discusión sobre el momento crítico que vive el bloque regional. Una oportunidad única para utilizar la diplomacia presidencial, ante la inobservancia de los mecanismos institucionales de los que dispone el bloque. Fue la primera reunión presencial del bloque desde el inicio de la pandemia.

Coincide con un momento de reconfiguración del mapa político del Cono Sur, con la inminente elección presidencial en Brasil, que cambiará el rumbo de ese país tanto de cara a su sociedad, como a sus relaciones externas, motivo por el cual aparentemente no participó el presidente Bolsonaro, ocupado en su peculiar campaña de cara a octubre. Las encuestas siguen favoreciendo a Lula da Silva, que recibió además el apoyo de sectores que abandonaron al ex capitán, en sintonía con la apuesta de Europa y de Biden a la democracia enarbolada por el candidato del PT.

No es un momento fácil para abrir una discusión sobre aspectos fundacionales, políticos y estructurales de un mecanismo de integración tironeado entre distintas concepciones, y con Brasil en transición de cara a las elecciones de octubre. Por otro lado, el eje Argentina/Brasil, que constituye de hecho el núcleo duro del bloque regional, podría resignificar el rumbo de un Mercosur empobrecido en sus concepciones, de producirse el triunfo de Lula.

Es así como la presidencia pro tempore de Paraguay, que obtuvo no pocos logros, en el marco de la estructura mercosureña, entrega el mando a Uruguay, que manifiesta como primera medida en su gestión, el inicio de las negociaciones unilaterales por un TLC con la República Popular China. Esto en total contravención con lo convenido en el Tratado de Asunción, y sin que mediara ninguna medida disciplinaria o planteo formal por parte del resto del bloque.

El tema es tan controversial que incluso la misma Cancillería china, que envió esta semana una delegación para intercambiar estudios de factibilidad con Uruguay hacia la firma del TLC, a través del director general para América Latina y el Caribe, Cai Wei, se manifestó contra cualquier interferencia en los asuntos internos del Mercosur. El funcionario mencionó que China está "abierta a la cooperación tanto con el Mercosur en conjunto como con Uruguay en particular" y que le gustaría "profundizar aún más en la cooperación de beneficio mutuo a través de varias formas, incluyendo TLC, con la premisa de la no interferencia en los asuntos internos del Mercosur".

En su intervención en la Cumbre del 21, el presidente uruguayo Lacalle Pou no sólo anunció la firma del tratado por fuera del Mercosur, sino que agregó que Uruguay seguiría avanzando en la negociación bilateral con otros países y bloques.

Si bien ninguno de los otros integrantes del bloque apoyaron su postura, la empatía política con Paraguay, que intentó invitar al presidente de Ucrania a la reunión por su propia solicitud, Lacalle Pou manifestó que Uruguay aspira a convertirse en “la salida al mar de Paraguay”. En los hechos, las exportaciones de cereales producidos en Argentina son exportados por especiales sistemas de triangulación que supuestamente facilitan la evasión impositiva, desde el territorio de Paraguay. Desde ese punto, la salida de los buques al océano Atlántico está supeditada al permiso del puerto de Montevideo, por ahora único paso que cuenta con la profundidad requerida para naves de gran calado.

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Asimismo, Lacalle Pou antes de recibir el martillo de manos del presidente paraguayo, informó que la agenda de inserción internacional de Uruguay incluye otras negociaciones en curso, y que en todos los casos “informaría debidamente a los integrantes del MERCOSUR”, según señaló.

En el mismo tono anodino de la declaración conjunta, discurrió la reunión presidencial, en donde el propio Bolsonaro, a través de una comunicación digital, e impelido por necesidades de campaña, se limitó a saludar la rebaja del AEC en un 10% alcanzada durante este semestre, y llamó a fortalecer las cadenas regionales de valor.

Sin embargo, fuentes cercanas a Cancillería, aseguran que ninguno de los países del bloque apoya la posición uruguaya en relación con la bilateralidad comercial.

Algunos datos interesantes los proporcionó la canciller chilena, que abogó por intensificar la relación Mercosur/Alianza del Pacífico, y manifestó la prioridad que constituye para Chile, la concreción del Corredor Bioceánico que lo une a Brasil y Paraguay. Mercosur es el cuarto socio comercial de Chile, y constituye además el principal destino de inversiones de este país.

En la reunión del Consejo del Mercado Común, de Cancilleres y representantes de Economía, sí se produjeron algunas discusiones en torno al tema de la negociación unilateral que Uruguay propuso por fuera del Mercosur, hacia la firma de un TLC con China. Especialmente entre los cancilleres Cafiero y Bustillo.

Las Declaraciones

El comunicado conjunto de los presidentes del Mercosur y Estados Asociados, se centró en la defensa del sistema democrático y los derechos humanos; la apuesta por la multilateralidad. También las energías renovables y el cuidado del medio ambiente, la seguridad alimentaria y su relación con el cauce Paraguay-Paraná (al que nombraron en el documento oficial como ‘Hidrovía Paraguay-Paraná’, homónima de la empresa Hidrovía). Asimismo la logística y los proyectos de corredores y puentes de integración; el tema sanitario regional; la lucha coordinada contra el narcotráfico. Temas relacionados con el desarrollo social que permitan cumplir con los ODS de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Por último, el apoyo a la Argentina en relación con la soberanía de Malvinas, y la declaración de ilegalidad de toda exploración y explotación de recursos en el área en disputa.

La declaración de presidentes del Mercosur, que contó con la firma de Uruguay, versó específicamente sobre la seguridad alimentaria y la producción agropecuaria regional.

Comunicado conjunto de los presidentes de los Estados Partes del MERCOSUR y Estados Asociados

Declaración Especial de Jefes de Estado sobre Seguridad Alimentaria y Producción Agropecuaria Sostenible en el Mercosur

Declaración de los Presidentes de los Estados Partes del Mercosur y Estados Asociados sobre Recuperación Económica y Social Regional

Graciela Baquero