Los nuevos nexos de América Latina con Asia-Pacífico

La crisis internacional, a pesar de su virulencia y de lo incierto de su conclusión, no cambiará la esencia de la matriz económica mundial, si bien es cierto que ha desnudado falencias previas al estallido de la debacle. Es decir que este proceso de “apoderamiento” económico, que había empezado hace décadas con Japón, sigue su curso a pesar de la crisis. La estrategia de triangulación para acceder a regiones distantes tanto geográfica como culturalmente, y sobre todo en el escenario enrarecido de la pos crisis, fue el eje de la exposición del politólogo Sergio Cesarin durante la presentación de GlobalAsia, primera publicación en chino y español, realizada en el Hotel Crillón de Buenos Aires. La principal recomendación del investigador fue la de diversificar los agentes de intercambio, y generar encuentros de entrepreneurs asiáticos y latinoamericanos, que en definitiva serán quienes definan las reglas de juego comerciales en los próximos años.


La crisis internacional, a pesar de su virulencia y de lo incierto de su conclusión, no cambiará la esencia de la matriz económica mundial, si bien es cierto que ha desnudado falencias previas al estallido de la debacle. Un ejemplo claro es que, independientemente de los matices que adopte la situación, seguirá encaminándose la tendencia profunda que ya se notaba hacia un gradual pasaje del peso económico de Occidente a Oriente, más precisamente al corazón de Asia. “Tampoco cabe esperar que se modifique la interacción entre América Latina y Asia, al contrario, creo que se seguirá profundizando”, pronosticó. Es decir que este proceso de “apoderamiento” económico, que había empezado hace décadas con Japón, sigue su curso a pesar de la crisis. La estrategia de triangulación para acceder a regiones distantes tanto geográfica como culturalmente, y sobre todo en el escenario enrarecido de la pos crisis, fue el eje de la exposición del politólogo Sergio Cesarin durante la presentación de GlobalAsia, primera publicación en chino y español, realizada en el Hotel Crillón de Buenos Aires.

La estrategia de triangulación para acceder a regiones distantes tanto geográfica como culturalmente, y sobre todo en el escenario enrarecido de la pos crisis, fue el eje de la exposición del politólogo Sergio Cesarin durante la presentación de GlobalAsia, primera publicación en chino y español, realizada en el Hotel Crillón de Buenos Aires. Junto a Naeem Kahn, jefe de Cancillería y Cónsul en la Embajada de Pakistán en Buenos Aires, y a Maya Alvisa, docente de la Escuela de Estudios Orientales, analizó las oportunidades de América Latina para llegar a los mercados asiáticos. Cesarin, también investigador del CONICET y docente de UNTREF (Universidad de Tres de Febrero), destacó que para la consecución de esa meta, la fluida relación de los países latinoamericanos con España puede ser clave para aceitar la llegada a esos nuevos mercados, con los cuales las empresas españolas tienen una amplia red de conexiones.

El experto opinó que la crisis internacional, a pesar de su virulencia y de lo incierto de su conclusión, no cambiará la esencia de la matriz económica mundial, si bien es cierto que ha desnudado falencias previas al estallido de la debacle. Un ejemplo claro es que, independientemente de los matices que adopte la situación, seguirá encaminándose la tendencia profunda que ya se notaba hacia un gradual pasaje del peso económico de Occidente a Oriente, más precisamente al corazón de Asia. “Tampoco cabe esperar que se modifique la interacción entre América Latina y Asia, al contrario, creo que se seguirá profundizando”, pronosticó. Es decir que este proceso de “apoderamiento” económico, que había empezado hace décadas con Japón, sigue su curso a pesar de la crisis.

Según Cesarin, aunque el derrumbe que sufrió el sistema financiero traerá un reacomodamiento necesario y habrá rebotes, idas y vueltas antes de que el peligro quede atrás, no habría que esperar cambios de fondo en la matriz de la economía mundial. “Hay vida después de la crisis –aseveró Cesarin- Sin duda la demanda global de recursos naturales y agroalimentos no va a cambiar sustancialmente porque la tracción que ejerce la variable demográfica de los mercados asiáticos hace que no se esperen modificaciones en ese sentido; del mismo modo, aún con una menor demanda de petróleo, éste seguirá siendo el insumo básico para el sistema productivo mundial porque faltan varias décadas para que se produzca un corrimiento significativo hacia energías alternativas”, precisó. “La crisis tampoco evitará que prosigan los avances de la tecnología, aunque haya una valuación diferente de las compañías del sector –dijo- No hay que perder el horizonte más allá de la coyuntura”.

El mensaje fundamental de Cesarin es que la relación entre América Latina y Asia necesariamente deberá profundizarse y la demanda de esas naciones continuará creciendo. “Hay una matriz importante de negocios posibles con América Latina donde hay dos claves: la mayor interdependencia basada en fuertes dosis de complementariedad entre ambas regiones, con beneficios mutuos, y un proceso de triangulación que se inscribe en esa tendencia”, definió.

América Latina puede llegar más fácilmente a Asia apoyándose en la conexión con España, que cuenta con el expertise y el know how para llevarlo a cabo, y una alternativa es conectarse a través del ICEX (Instituto Español de Comercio Exterior), que brinda asesoramiento a las empresas para su internacionalización, opinó el experto. “Por supuesto que hay mucho por hacer para que esto sea posible, pero los empresarios no empezarían de cero sino que ya existen muchos elementos que están vigentes y funcionando”, destacó. El investigador se refería a las políticas públicas que están en marcha y que hoy permiten que existan acuerdos prácticamente con todos los países asiáticos, así como a las muchas misiones comerciales recíprocas impulsadas por instituciones como la Fundación ExportAR en Argentina, y también por gobiernos nacionales y provinciales. “Por otra parte, hay lógicas bilaterales en marcha y también lógicas multilaterales, comisiones mixtas de los gobiernos, gran cantidad de foros empresarios específicos entre los cuales la Cumbre Empresarial China-América Latina es un ejemplo potente; en suma, hay vectores de conexión que son dinámicos”, consignó.

Otras herramientas de triangulación con las que ya cuentan las empresas de la región latinoamericana para llegar a Asia son los Tratados de Libre Comercio (TLC) firmados por Chile y más recientemente por Perú, que convierten a ambos países en puertas de acceso para sus vecinos a los mercados asiáticos. “También se habla de la posibilidad de que China establezca en poco tiempo un centro logístico en Ecuador, dando una alternativa adicional”, agregó.


Las oportunidades de las estatales asiáticas

Cesarin hizo un aparte para referirse a las oportunidades que significan las empresas estatales asiáticas actualmente gerenciadas bajo los parámetros del management moderno, pero con una participación creciente de los gobiernos. Los ejemplos abundan en sectores tan estratégicos como la minería, energía, infraestructura y comunicaciones. Algunos casos concretos: la compañía estatal china Sinopec Group, que firmó con Petrobras un contrato de u$s 239 millones para construir un gasoducto; la incursión de esa nación asiática en el complejo Ipasam, que inaugurará la Presidenta argentina Cristina Fernández el mes próximo; la compra de la minera argentina Río Tinto por parte de la estatal china Chinalco. “Si algo deja esta crisis es una intervención mayor de los gobiernos, que están comprando activos de esas empresas, lo que requiere una lógica de negociación distinta”, advirtió. Este fenómeno se da especialmente con las naciones asiáticas porque gracias al fenomenal colchón de ahorro que lograron acumular frente al fuerte desahorro de los Estados Unidos, hoy está en circulación una importante masa de fondos con la que los gobiernos asiáticos están comprando empresas y bancos en todo el planeta.

La principal recomendación de Sergio Cesarin para activar un proceso de triangulación y llegar más ágilmente a los mercados asiáticos es diversificar los agentes de intercambio. Esto es, avanzar en un trabajo con entrepreneurs, que en definitiva serán quienes definan las reglas de juego comerciales en los próximos años. “Se trata de ayudar a la start up industry a que tenga viabilidad, y es sabido que América Latina es una de las zonas con mayor potencial de jóvenes empresarios”, recalcó el politólogo. Un primer paso sería generar encuentros entre entrepreneurs latinoamericanos y asiáticos para empezar a esbozar esos lineamientos que regirán los negocios del futuro.

Silvia Martínez