El protagonismo presidencial en el Mercosur

En el cierre de un seminario organizado por la delegación de la Comisión Europea en Argentina sobre los aspectos político-institucionales de la integración Mercosur- UE en el último mes de abril, fue presentada una investigación comparativa del funcionamiento parlamentario en uno y otro bloque. Las conclusiones confirmaron las dificultades que el bloque del Cono Sur mantiene en relación con la participación de las asambleas parlamentarias en la elaboración de decisiones políticas. Se desprenden de la misma estructura del bloque, que combina una estructura intergubernamental con diplomacia presidencial.


La investigación, desarrollada por un equipo dirigido por Julio Pinto, abocado a la comparación de organizaciones parlamentarias regionales de Unión Europea y Mercosur, fue presentada por Mariana Vázquez, que se refirió a la singular distribución de poder que se produce en el bloque del Mercosur. A diferencia de la Unión Europea, en donde las tomas de decisiones son distribuidas entre órganos comunitarios con poder de gobierno, en el bloque sudamericano se da una particular combinación de diplomacia presidencial y una arquitectura institucional y jurídica intergubernamental. Pero aún no cuenta con órganos supranacionales. Esto explicaría en parte el escaso protagonismo que se dio hasta ahora a los Parlamentos de la región.

El análisis de la trayectoria político-institucional de la CPC muestra una clara tensión entre el incremento cuantitativo y cualitativo de su labor y los límites que a su accionar han impuesto sus tratados. El Protocolo de Ouro Preto le ha dado un lugar más importante, en comparación con el Tratado de Asunción, pero éste continúa siendo consultivo, deliberativo y de formulación de propuestas, explicó Mariana Vázquez.

En el Mercosur los únicos órganos con capacidad decisoria son el Consejo del Mercado Común, el Grupo Mercado Común y la Comisión de Comercio del bloque, todos integrados por miembros de los poderes ejecutivos nacionales.

Curiosamente, la investigación observa que en el caso de la Unión Europea, aún tomando su dimensión supranacional, también existe una tendencia a concentrar poder en las instancias ejecutivas, déficit que fue considerado en la elaboración del proyecto de Constitución para Europa, al darle un lugar de mayor importancia a los parlamentos nacionales.

La comparación binaria de la dimensión parlamentaria de los procesos de integración regional en la UE y el Mercosur ha mostrado ciertas tendencias que parecerían ser compartidas por ambos. El riesgo que ellas implican es el de la disminución o dilución de los poderes de las asambleas parlamentarias, expresada en la pérdida de capacidad para el ejercicio de sus funciones tradicionales de los parlamentos y congresos nacionales, y el diseño de construcciones regionales que no logran asumir plenamente dichas funciones. El correlato es la concentración del poder de decisión en los poderes ejecutivos, tanto a nivel doméstico como regional, que no dan cuenta de la diversidad de opiniones, intereses, voluntades, presentes en las sociedades unidas en el proceso integracionista, función que ha sido históricamente asumida por las asambleas parlamentarias.

Estas afirmaciones, que quedan más relativizadas en el caso europeo, son sumamente pertinentes en el del Mercosur. El espacio regional es quizás un espejo que agudiza tendencias domésticas, fuertemente ejecutivistas. La elección por la opción intergubernamental agrava esta situación, resume la investigación. (versión completa en el dossier "Temas del Cono Sur" No 4)

Graciela Baquero