El contrapunto UE/ Mercosur en relación con el problema de la “cohesión social”

El problema de la “cohesión social”, es un importante tema de agenda Mercosur-UE. Un análisis de las implicancias del concepto a partir de documentos oficiales de la Unión Europea, y su obligada respuesta por parte de organizaciones del MERCOSUR, como el Foro Consultivo Económico y Social, es desarrollado por Luis J. Di Pietro Paolo*, en una nota cuyos principales tramos se reproducen a continuación.


Luis Di Pietro Paolo analiza las complejidades del tema de la cohesión social dentro de la UE, a través de un importante dictamen del Comité Económico y Social Europeo (CESE), que en su trabajo de Setiembre de 2003, “Puesta en práctica de la contribución de las políticas comunitarias a la cohesión económica y social” (ECO/096), puntualiza algunas cuestiones:

* La manifestación más relevante de la falta de cohesión social en ALC es, según el Dictamen, la pobreza y la desigualdad. De tal manera que América Latina en su conjunto, y dentro de una gran heterogeneidad interna, es la región más desigual del planeta. A la pobreza material se suman la pobreza inmaterial (acceso a la educación y a la distribución de oportunidades) y la pobreza legal (desigualdad efectiva ante la ley, débil ciudadanía civil, política y social, inseguridad ante la existencia). Todo ello provoca violencia, desagregación y anomia social y afecta a la credibilidad de las instituciones y del sistema democrático. El Dictamen hacía suyas las conclusiones del Informe sobre la democracia en América Latina 2004, PNUD acerca del riesgo de que se extienda en América Latina una percepción ciudadana que considere las suyas como “democracias irrelevantes”.

* El escaso desarrollo de elementos vertebradores, propios de cualquier sociedad avanzada (infraestructuras, educación, sistema sanitario o fiscal, justicia, protección social, marco de relaciones laborales, …), es un elemento común al conjunto de los países latinoamericanos y caribeños. Hasta el punto de que el Informe del PNUD antes citado habla de Estados ausentes, como fenómeno característico de muchos países latinoamericanos.

* Es condición central para alcanzar mayores niveles de cohesión social en ALC, de acuerdo con el Dictamen, lograr una superior eficiencia y democratización del sistema productivo, lastrado por altísimos niveles de informalidad, la escasa dimensión de sus mercados, la falta de diversificación de sus economías, la limitada dotación de infraestructuras, sobre todo en transportes y comunicaciones, las pendientes reformas agrarias, la carencia de recursos financieros y su dependencia, en este sentido, del exterior, el poco desarrollo de formas diversas de economía social, la deficiente calidad y protección del empleo y la práctica inexistencia de sistemas de relaciones laborales basados en el respeto de los derechos laborales básicos, en el equilibrio y en la confianza.

* El Dictamen enfatiza, asimismo, algo central desde la perspectiva del CESE: que alcanzar en ALC mayores niveles de democracia, de desarrollo humano y de gobernabilidad implica fortalecer a la sociedad civil organizada y aumentar la participación de la misma en las decisiones. Esta es una condición esencial para lograr incrementar la democracia política, conseguir una más justa distribución de la riqueza material e inmaterial y propiciar la inclusión en la vida política, económica y social de los sectores y minorías, como la población indígena, secularmente marginada.

* Finalmente, el Dictamen plantea una serie de propuestas y sugerencias sobre la aportación que las relaciones entre la UE y ALC podrían representar para la cohesión social en aquella región americana. Consideraciones que parten de dos premisas. Por una parte, la importancia estratégica que para la UE tienen las relaciones con ALC, tanto para fortalecer su papel en el plano mundial como para impulsar un nuevo orden internacional y una gobernanza justa y solidaria de la globalización; y la relevancia que, también para ALC, tienen sus relaciones con la UE, tanto para lograr una integración equilibrada en la región como para potenciar su capacidad de negociación en el ámbito internacional. Por otra parte, el convencimiento de que, además de contribuir al aumento de la cohesión social en ALC a través de la ayuda y la cooperación al desarrollo, la UE ha de situar este objetivo en el centro del conjunto de sus relaciones, en todos los ámbitos, con ALC.

La mirada desde el MERCOSUR

El Foro Consultivo Económico y Social del Mercosur en su XXVI Reunión Plenaria del 30 y 31 de Marzo del 2004 presentó una opinión acerca de dicho Dictamen y en la reunión Plenaria siguiente (Junio 2004) presentó el documento “La cohesión social en América Latina y el Caribe – Un enfoque desde el Mercosur-“.

Este Informe fue una respuesta mucho más elaborada al Dictamen del CESE. Se pueden destacar las siguientes puntualizaciones que realizó este Informe:

1. La cohesión social es “un proceso de reducción drástica de las brechas existentes - social y económica - entre miembros y regiones de una sociedad”.

2. Existen presupuestos que no aseguran la cohesión social, pero sin los cuales no puede existir la misma: el desarrollo económico; el fortalecimiento de la familia y de los factores políticos, incluido el funcionamiento democrático del Estado, que aseguren el acceso igualitario a: la educación; el empleo decente; la salud; la vivienda; una justicia independiente y a la seguridad social; factores fuertemente interrelacionados entre sí.

3. Las políticas sociales de carácter universal, más una inserción internacional que permita ganancias de productividad y la colocación de las producciones en mejores condiciones de competitividad exportable, indican el camino hacia la cohesión social.

4. La globalización y sus tendencias a la apertura económica y a los acuerdos multilaterales, son observados por nuestras sociedades con expectativas contradictorias. Por un lado, la esperanza que el acceso a nuevos mercados desarrollados puedan servir de motor del crecimiento de la producción. Por el otro lado, una fundada preocupación a que el proceso de integración profundice aún más la desestructuración económica y social del Continente, llevando, en consecuencia a una situación de “dos sociedades con diferentes planos de cohesión social: la que pueda adecuarse a la dinámica de la integración y la que quede definitivamente marginada de la sociedad contemporánea” (p.3).Por lo tanto es importante que en los acuerdos de integración que el MERCOSUR establezca con el resto del mundo se tomen en cuenta las grandes asimetrías económicas y sociales entre nuestra región y los países más desarrollados y que, en consecuencia, se establezcan los principios de equilibrio correspondientes.

5. No puede existir cohesión social sin la posibilidad para toda la sociedad de acceder al capital y al trabajo. El desempleo de los factores de la producción para el conjunto o una parte de la sociedad es un problema de exclusión social, que se resuelve con reformas estructurales. En los países del MERCOSUR existe un proceso de marginación de masas poblacionales de la organización económica moderna; por lo tanto no es suficiente un crecimiento económico, aunque sea una condición necesaria, sino que deben producirse otras mejoras en lo social y en lo productivo

6. La existencia de la pobreza constituye la principal barrera a la cohesión social de nuestras sociedades. Su disminución requiere sistemas de protección social, que sin perjuicio de su universalidad, sean convenientemente focalizados y diferenciados hacia grupos de población y de regiones.

7. El problema central que afecta al Mercosur es el del empleo en sus diferentes manifestaciones: desempleo abierto, empleo de escasa productividad, bajos salarios, informalidad, empleos precarios y vulnerabilidad laboral. Para afrontar esta cuestión, que atenta contra la cohesión social, se requiere lograr importantes niveles de crecimiento económico sostenible en el tiempo.

8. La educación es el factor clave para garantizar la igualdad de oportunidades y la movilidad social. A mayor nivel de educación, es mayor la probabilidad de obtener empleo decente y menor la posibilidad de caer en la pobreza. Por todo ello, el Estado ha de ser el responsable de garantizar niveles básicos de educación a todos los ciudadanos y de instrumentar programas alimentarios y becas para educación que compensen el costo de oportunidad de una inserción laboral infantil o adolescente.

Finalmente el Informe se refería a como podría coadyuvar a la cohesión social la vinculación más estrecha con Europa. El proceso de integración entre Europa y los bloques o países de América Latina debe estar inscripto en el concepto amplio de asociación que comprenda tres pilares: lo político, la cooperación y los acuerdos comerciales, sin que prevalezca este último sobre los demás.

No deja de puntualizar que las políticas defensivas de Europa en sectores productivos sensibles afecta seriamente la posibilidad de exportaciones de nuestra región “con sus perjudiciales efectos en lo económico y consecuentemente, en la profundización de la exclusión de amplios sectores de la sociedad” (p. 6).

La resolución del problema de la deuda externa también requiere de la colaboración de la Unión Europea. Fundamentalmente facilitando a nuestros países la obtención de las divisas con el acceso a mercados internacionales de modo que sea la economía real la vía para resolver la crisis en la esfera financiera.

Por último, el papel del Estado resulta fundamental en su tarea de crear crecimiento económico con equidad, que permita incrementar los niveles de vida y de bienestar de la población y alcanzar el logro de la cohesión social.


Texto completo en Dossier Temas del Cono Sur Nº 46, en proceso de edición


* Coordinador Proyecto Objetivos de Desarrollo del Milenio
Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales Presidencia de la Nación

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