Chile duplica su comercio externo

El panorama económico chileno no se ha visto afectado por las elecciones del 11 de diciembre, con el reforzamiento de la alianza gobernante que se descuenta obtendrá el triunfo en la segunda vuelta de enero de 2006. La cuentas macroeconómicas se presentan estables y el nivel de intercambio comercial externo llegó a duplicarse en el lapso de los últimos 4 años.


Un informe del economista jefe del Centro de Investigaciones en Economía y Finanzas de la Universidad Andrés Bello (CIEF – UNAB), Jorge Fal, señala que las elecciones del pasado 11 de diciembre tuvieron como resultado un reforzamiento de la alianza gobernante. La Concertación obtuvo mayorías, aunque no amplias, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado; en este último caso, es la primera vez desde el retorno a la democracia (1989) que obtiene una clara mayoría en ambas Cámaras.

La elección presidencial deberá decidirse en una segunda vuelta el 15 de enero próximo, dado que la candidata de gobierno y favorita Michelle Bachelet no logró obtener una mayoría. Deberá enfrentarse con el empresario y candidato de la oposición de derecha Sebastián Piñera. Por ahora, el evento más probable continúa siendo la victoria de la candidata del gobierno.

El panorama económico se ha visto poco afectado por el fragor de la campaña política, y la continuidad de la Concertación no ha generado ningún nivel de temor o desconfianza; un hecho su favor fue que presentó un solo candidato a las elecciones, mientras que la oposición de derecha se presentó dividida, con dos candidatos.

Además, los mecanismos tanto de política monetaria como fiscal han logrado mantener la estabilidad de las cuentas macroeconómicas. En materia de Política Monetaria, el Banco Central continuó durante el año su política de alza de tasa de interés, aumentando la TPM en nueve ocasiones, con lo cual para fines del presente año la TPM se sitúa en 4,5%.

Durante el año 2006, es muy probable que el instituto emisor continúe el proceso de alza de tasas; sin embargo, los niveles acotados de inflación, así como un moderado ritmo de crecimiento en la actividad, permitirá darle un compás de espera al proceso, dándole el tiempo adecuado para estimar los efectos reales de su accionar, y ajustar sus decisiones de forma acorde.

En lo que respecta a la política fiscal, el año 2005 cierra con un saldo positivo en el balance fiscal del Gobierno Central, que se estima en torno a 3,5% del PIB. Los altos precios del cobre y la recuperación de la actividad han implicado un fuerte incremento de los ingresos fiscales, que en su mayoría se han ahorrado, con el objeto de cumplir con la meta del superávit estructural de 1% del PIB. Se espera para el próximo año un nuevo resultado positivo, dadas las favorables proyecciones que en materia de crecimiento como del precio del cobre aún persisten.

El intercambio comercial externo

Según el informe mensual de comercio exterior elaborado por el Servicio Nacional de Aduanas, el intercambio comercial chileno sumó u$s 62.349 millones entre enero y noviembre de este año, contra u$s 30.183 millones registrados en el mismo lapso de 2002.

En los primeros 11 meses de 2005 tanto las exportaciones -que llegaron a u$s 34.994 millones- como las importaciones - u$s 27.354 millones - lograron montos históricos que alcanzaron los más altos registrados para ese período en la historia. Cabe recordar que el cobre sigue representando cerca del 50% de las exportaciones totales del país. En el caso de las importaciones, éstas están creciendo a la mayor tasa (36%) de los últimos siete años. Adicionalmente, el cierre de año está siendo muy bueno para el comercio exterior chileno, ya que el intercambio aumentó 40% en noviembre de 2005, en comparación con el mismo mes del año pasado.

Con todo, el principal reto de la próxima administración, que inicia labores en el mes de marzo, es mantener la regla del superávit estructural, que si bien no está fijada en una ley o reglamento en particular, ha sido avalada por ambos candidatos a la presidencia, aunque con ciertos matices, más que todo en materia de si debiera ser un superávit estructural, o un equilibrio (0% del PIB) estructural, lo que podría liberar más recursos para gastarlos en forma inmediata. Con todo, la deuda pública del gobierno, que actualmente ronda el 14% del PIB, continuará disminuyendo en el mediano plazo.

Si bien este panorama es auspicioso, no está exento de riesgos; en particular, la posibilidad de que los muy favorables niveles de términos de intercambio que persisten en la actualidad puedan revertirse súbitamente; en este sentido, si bien la actuación del gobierno (con el superávit estructural) así como los privados (con superávit en la cuenta corriente para este año) ha sido en la mayor parte cautelosa, la demanda interna ha continuado creciendo en forma acelerada (11,6% en el tercer trimestre, frente a un incremento de 5,2% del PIB) , con lo cual el nivel de gasto supera al producto en forma significativa; esto no se ha reflejado en desequilibrios externos gracias a como se dijo antes, el importante incremento del ingreso nacional producto de los altos términos de intercambio.

La posibilidad de una seria reversión de los términos de intercambio, o una desaceleración de la economía mundial son sin embargo aún muy remotas; sin embargo, la actual bonanza debe ser aprovechada para avanzar en reformas de mercado que permitan incrementar la competitividad de la producción nacional; en el actual contexto de los precios del cobre, la caída del tipo de cambio nominal (que flota libremente) ha elevado la críticas del sector exportador por la posible pérdida de mercados; sin embargo, en un esquema de flotación cambiaria, es poco probable mantener en forma indefinida un dólar alto; deben por otra parte estimularse reformas que busquen incrementar la productividad de los bienes transables, además de permitir mayor flexibilidad del mercado laboral, para que la tasa de desempleo (actualmente en 8,1%) logre bajar a niveles previos a la crisis.

MABC