Brasil, cerca del primer mundo económico

El último día hábil del mes de abril, Brasil obtuvo la clasificación de investmen grade por parte de la calificadora de riesgos Standard & Poor s. Para entender mejor el significado de esta calificación y su impacto en la economía brasileña, vamos a explicar algunas definiciones de palabras vinculadas.


Rating

Es la opinión sobre la capacidad de un país o una empresa respecto de saldar sus compromisos financieros.

Este análisis es realizado por empresas especializadas. Son agencias de clasificación de riesgo que emiten notas, expresadas en forma de letras y símbolos aritméticos, que apuntan para el mayor o menor riesgo del país o la empresa entrar en “default”, que significa, la suspensión de pagos.

El análisis realizado por estas agencias, incluye la situación financiera del país, las condiciones del mercado mundial y la opinión de especialistas de la actividad privada, del gobierno y fuentes académicas.

Con estas informaciones, emiten una nota de riesgo de crédito.

Este “rating”es siempre aplicado a títulos de la deuda del país o empresa analizado.


Grado de inversión

La nota de países es preparada a partir de la iniciativa del emisor o de la empresa de “rating”.

El llamado “rating global “ de un país, es siempre la evaluación que una determinada agencia tiene respecto del riesgo de este país a no pagar los títulos públicos de largo plazo, que lanzó al mercado internacional

Si un país es considerado como buen pagador, entonces es clasificado en la categoría de “grado de inversión”.

Si fuera considerado como un pagador de riesgo razonable, entonces sería clasificado como “grado especulativo”.

Este grado, incluye también, a países que declararon en el pasado, moratoria de sus deudas.


¿Qué podemos esperar de aquí en adelante para la economía brasileña?

De inmediato, un aumento del índice de la bolsa de valores (con algunas tomadas de ganancias) y una caída del dólar en relación al real.

También un aumento en la demanda de papeles de empresas brasileñas en bolsas del exterior (con el natural aumento de las cotizaciones).

Por último, una mayor facilidad de obtención de créditos – a tasas bajas – por parte de empresas y gobiernos (federales, estaduales y municipales) de Brasil.

Brasil, recibió en el primer trimestre del año 2008, la mayor cantidad de inversiones directas (productivas) desde 1947.

Fueron U$S 8.800 millones.

Por este motivo es que el gobierno no está demasiado preocupado por el aumento en el saldo –negativo – de la cuenta corriente internacional: fueron U$S 10.700 millones.

La reducción del dólar va a generar aumento de las importaciones y consecuentemente una reducción del saldo (positivo) de la balanza comercial.

Esto tampoco preocupa al gobierno, porque el aumento de las importaciones en el primer trimestre del año, fue del 42%, siendo que el aumento de importaciones de bienes de capital fue del 60%, el de componentes para reparación de bienes de capital fue del 349% y de los bienes de consumo, fue de 32%.

¿Qué podemos esperar de aquí en adelante para la economía regional?

Es casi natural que en necesidad de optar por invertir en Brasil o hacerlo en otro país de la región, el inversor optará por hacerlo en Brasil, que le da más seguridad jurídica y de recupero de su inversión.

Más aun si consideramos que Brasil tiene en este momento, la tasa de interés más alta del mundo en términos reales (tasa de interés, menos índice de inflación).

En lo que se refiere a las inversiones en Argentina, podemos esperar que las mismas continuen siendo realizadas por los propios empresarios brasileños, que aprovechando el tipo de cambio de Argentina, nominal y artificialmente más competitivo que el real, permite fabricar en Argentina y enviar los productos para Brasil…al menos hasta que la inflación cambie esta ecuación.


Conclusiones

Brasil demostró que sabe y puede trabajar mirando el largo plazo.

En 1973, decidió que la explotación de petróleo debía ser realizado en alta mar (hasta ese momento, todas las inversiones para la explotación de petróleo eran en territorio continental).

34 años después, Brasil, pasó a ser la 8va potencia petrolera del mundo.

En oportunidad de la desvalorización del real, el gobierno de Ferndando Henrique Cardoso, determinó tres pilares fundamentales para el programa económico nacional:

* Flotación del tipo de cambio
* Superávit fiscal como base para reducir la deuda externa
* Control de la inflación

Cambió el gobierno y los tres pilares fueron mantenidos (y mejorados).
Brasil prefirió el crecimiento menor y continuo.

…Brasil supo esperar……los resultados están a la vista.



Gustavo Segre
gustavo@centergroup.net
Analista del Mercosur

Germán Segre
german@centergroup.net
Analista del Mercosur

Gustavo Segre y Germán Segre