Argentina reglamentó la ley de biocombustibles

La recientemente reglamentada Ley 26.093 por el Poder Ejecutivo, sancionada desde hace un año, que establece un régimen de regulación y promoción para los biocombustibles en Argentina. Las pymes tienen asegurado como consumidores, el 20% de la producción promocionada otorgada por la Secretaría de Energía.


El 16 de mayo, el Dr. Mario Biscardi, socio del Estudio Biscardi & Asociados y de la Cámara argentino- brasileña, desarrolló en un desayuno en la sede de la entidad, diversos temas relacionados con la recientemente reglamentada Ley 26.093 por el Poder Ejecutivo, sancionada desde hace un año, que establece un régimen de regulación y promoción para los biocombustibles en Argentina. Las pymes tienen asegurado como consumidores, el 20% de la producción promocionada otorgada por la Secretaría de Energía.

Las perspectivas del negocio en el contexto nacional y del Mercosur son interesantes. La particularidad del producto es que por ahora se trata de un insumo de las industrias petrolera y gasífera, pero en el mediano plazo, no mucho mayor a 20 años, se puede transformar en fuente de energía alternativa independiente.


En Argentina el desarrollo de los biocombustibles es incipiente

El Decreto 109 suscripto por el Presidente de la Nación, con fecha 9 de febrero de 2007 reglamenta la Ley 26093 (Régimen de regulación y promoción para la producción y uso sustentables de Biocombustibles). Establece que las actividades alcanzadas por la citada ley comprenden la producción, mezcla, comercialización, distribución, consumo y uso de Biocombustibles. La autoridad de aplicación será el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, a través de la Secretaría de Energía, excepto para los temas fiscales o tributarios. Determina las funciones de la autoridad de aplicación. La Comisión Nacional Asesora para la Promoción de la Producción y Uso Sustentables de los Biocombustibles asistirá y asesorará a la autoridad de aplicación y funcionará en el ámbito de la Secretaría de Energía. Determina las funciones de la Comisión Nacional citada y del Ministerio de Economía y Producción.

La ley dispone que a partir de 2010, el gasoil y el diesel oil que se comercialicen en el país, deberán contar en su composición con al menos un 5% de productos derivados de oleaginosas o cereales.
La nueva ley prevé beneficios económicos, específicamente exenciones fiscales, para aquellos que se dediquen a la producción de biocombustibles. Además, para asegurar un mercado para estos productos, la ley estipula que las expendedoras deberán ofrecer gasolinas que contengan 5% de etanol y gasóleo con 5% de biodiesel después de los cuatro años de promulgada la ley. Esta mezcla no requiere que se realicen modificaciones en los motores de los vehículos.

La ley define como biocombustibles al ”bioetanol, biodiesel y biogas producidos a partir de materias primas de origen agropecuario, agroindustrial o desechos orgánicos”. Para el especialista, esto constituye un avance, porque en Argentina el tema a nivel legislativo aparece formulado en el año 2006, pero los primeros avances a nivel técnico se lograron en 2001, momento en que el biodiesel estaba en etapa de experimentación, aunque sólo dependiendo de materias primas vegetales. El encuadre legislativo prevé para el año 2010, lograr el corte del biodiesel y bioetanol con combustibles fósiles al 5%. También está la posibilidad de ser comercializados en estado puro cuando la tecnología a proveer así lo permita.

El proceso químico de separación de harinas para generar aceites, que después de un proceso se convertirá en alcohol (proceso de transesterificación), permitirá en un segundo proceso de refinación del aceite, la producción de productos secundarios.

El bioetanol surgirá del procesamiento de soja, maíz, caña de azúcar o remolacha; y el biodiesel a través de soja o cáñamo, entre otros productos agropecuarios de segunda generación, de poca producción en el mundo y de pocos mercados demandantes.

Esto permite a la Argentina a partir de estas producciones no masivas, desarrollar áreas de la agricultura hasta ahora inexploradas, como regiones patagónicas o del noroeste, desérticas o de alta salinidad.

El producto final es biodegradable y no tóxico y disminuye la emisión contaminante. Sin embargo, el problema es el volumen de producción de productos agropecuarios que impida retacear la oferta al mercado industrial. Esto produciría curvas de movimientos de precios de poco beneficio.

El especialista desestimó la posibilidad de producir biocombustibles en forma “casera”, lo que está prohibido a partir de la ley, además de que el producto debe reunir ciertas características para calificarlo como habilitado. El producto debe surgir de plantas habilitadas, lo que está ligado al concepto de uso sustentable; una planta debe regirse por certificaciones medioambientales. Por otra parte, la oferta de biocombustible debe garantizarse en forma permanente, no puede depender de procesos interrumpibles.

Las áreas protegidas están previstas en la Ley, que determina que el gobierno nacional tratará de que en las zonas de reserva y adyacentes, la utilización de biocombustibles sea obligatorio, medida que puede adoptarse antes de 2010.

El mercado está constituido por empresas ya existentes en el área energética, y la novedad es que se suman las concentradas en el sector agropecuario –granos y aceiteras- en esta primera etapa. Las cooperativas, y plantas de producción automotriz, que usan estos combustibles alternativos como insumos.

El destino de la oferta, que a partir de 2010 se tratará de combustibles mezclados en un 5% con estos materiales, aunque este porcentaje puede variar de acuerdo al total de la oferta disponible y la demanda requerida.

La oferta total será promovida y no promovida, en tanto se adecúe a los cupos concedidos a la empresa en cuestión, o se trate de producto excedente. Los precios de referencia de los productores serán fijados por el Ministerio de Planificación.

La producción promocionada será fundamentalmente asignada a las empresas pyme, que tienen asegurada un 20% de la oferta total, a quienes tienen que apuntar los proyectos.

El mercado de biocombustible en el mundo y en Argentina

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, en los últimos 40 años la población mundial creció a una tasa del 80% y proyecta el mismo ritmo para un período similar hacia delante. La demanda global de energía creció de la misma forma, lo que proyectará también en un aumento en el próximo período.

A nivel de consumo industrial, países como China o India, con tasas de crecimiento del 10% anual, están subiendo el nivel de vida de sus países, que demandarán más energía. También hay riesgos sistémicos en la producción, que hay que prevenir, dependientes de desastres ecológicos, o monopólicos, por lo menos no dependiendo de una sola fuente de provisión.

Entre el año 2007 y 2025 la demanda de energía crecerá un 25%. Desde el 2025 al 2050 la demanda se duplicarán, y en tanto las reservas de petróleo y gas ya han sido testeadas y localizadas, su vida es finita.

Esto hace a la búsqueda de fuentes alternativas al carbón o coque, desactualizados para el contexto de la vida moderna. Los biocombustibles en general son considerados una buena fuente alternativa, entre otras causas, por sus características de baja incidencia en el medio ambiente. Las fuentes de energía alternativa no contaminantes, como la geotérmica, solar y eólica, además de la de bicomustibles, cubren el 1% de la demanda total de energía. La agencia internacional de energía espera que en 2010 se llegue a cubrir el 10% de la provisión total de energía en el mundo.

En el área energética, más del 50% de la producción en Argentina está generada por petróleo, un 36% producción de gas asociada con fuentes alternativas de energía. Del total, el consumo supera el 60%, siendo el resto saldo exportable, aunque con retenciones a la exportación de alrededor del 40%.
mercosurabc