Argentina, proveedor de alimentos con valor agregado

El Plan llevará a aumentar la producción de la próxima década a las 150 millones de toneladas en el año 2020, lo que representa un aumento del 50 por ciento partiendo de la reciente campaña récord, que superó los 100 millones de toneladas. El plan prevé lograrlo en un territorio equilibrado en su desarrollo económico, con una visión compartida de futuro para el sector, con aporte de todos los actores que lo integran, destacó la secretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, Carla Campos Bilbao.


La Argentina no será solo un país proveedor de alimentos al mundo, para transformarse en proveedor con valor agregado, lo cual cambia la lógica productiva del país, a partir del El Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal 2010-2020 (PEA²) impulsado por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El Plan llevará a aumentar la producción de la próxima década a las 150 millones de toneladas en el año 2020, lo que representa un aumento del 50 por ciento partiendo de la reciente campaña récord, que superó los 100 millones de toneladas. El plan prevé lograrlo en un territorio equilibrado en su desarrollo económico, con una visión compartida de futuro para el sector, con aporte de todos los actores que lo integran.

Llevar la producción a más de 150 millones de toneladas anuales se logra "con política", destacó la secretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, Carla Campos Bilbao, en una entrevista durante la cual explicó los lineamientos del Plan, cuyas metas fueron explicitadas anoche por la presidenta de la Nación.

“Cuando hablamos de 150 millones de toneladas con política –explicó- no solo hablamos de la producción, las cadenas productivas y las toneladas, sino de la capacidad que tiene esta producción para generar empleo. Nuestro foco está puesto ya no solo en las capacidades agroecológicas que tiene cualquier región del país como puede ser el noroeste, la Patagonia y demás sino la calidad y cantidad de mano de obra que se dispone en cada uno de estos territorios”.

El acento está puesto allí “porque el empleo es el ordenador básico de toda sociedad y hacia donde este la mayor cantidad de trabajadores rurales es hacia dónde vamos a ir consolidando cada vez mas esas actividades productivas”.

Campos Bilbao aclaró que esta tarea va de la mano de los gobiernos provinciales porque tienen la responsabilidad de conducir la economía de sus territorios y recordó que cuando se creó el Ministerio de Agricultura la primera medida que tomó el ministro Julián Domínguez fue convocar al Consejo Nacional Agropecuario “que es el instrumento político del que se vale el ministro para definir las políticas y esto es nada menos que la apertura de trabajo de lo que son las economías de las regiones”.

Precisó que el Ministerio tiene descripta por capacidades productivas y de trabajo cinco regiones del país: Noreste, Noroeste, Cuyo, Centro y Patagonia y a partir de ahí los grandes temas de discusiones de los sistemas productivos se dan en el marco del Consejo Federal.

Hasta ahora –reflexionó- las producciones que se desarrollan en estas regiones “han tenido una lógica concentradora como la tuvo la Pampa Húmeda históricamente. La producción de tabaco, madera, yerba, etc. ha seguido la lógica de los commodities. Ahora el esfuerzo y el trabajo profundo es cambiar esta matriz productiva, integrar a los pequeños productores a esta matriz, diversificar y a abrir todo lo que son los canales de comercialización para que la distribución de esa renta de la producción sea más equilibrada en toda la cadena”.

Explicó que la intervención que está haciendo el Ministerio de Agricultura desde hace cuatro años “apunta básicamente a la infraestructura pública para el agregado de valor, como por ejemplo las plantas de empaque, frigoríficos, etc. es decir la primer infraestructura que el productor necesita para retener su producción y negociar mejor precio. Todo lo que es el eslabón de agregado de valor al producto básico, primario, lo estamos llevando adelante con los gobiernos provinciales y municipales, invirtiendo un presupuesto importante de 600 millones de pesos por año”, precisó.

Campos Bilbao estimó que el Ministerio tiene “cerca de 230 intervenciones en todas las provincias”, y dio varios ejemplos: plantas jugeras en Entre Ríos, frigoríficos en esa provincia y en Misiones, plantas de empaque, salas de extracción de miel. En el Alto Valle del Rio Negro se instalaron 22 plantas de frio y empaque de peras y manzanas; en Mendoza, como en San Juan, Salta y La Rioja, se construyeron bodegas comunitarias envasadoras de vinos artesanales; hay plantas de secado de pimiento para pimentón en Salta, ordeñadoras manuales “para una actividad que es central en muchas comunidades del país, que son los tambos pequeños de hasta 20 vacas que producen masa para mozzarella o para quesos. Estamos reemplazando lo que es el ordeñe manual por el mecanizado”, explicó.

Mencionó además el empaque de hortalizas en Salta, Jujuy, Tucumán, en toda la zona de primicia de hortalizas “para lograr que la fruta y la hortaliza que sale de las regiones a granel hacia los mercados concentradores de las grandes ciudades ya llegue empacada y tipificada y ese agregado de valor hoy lo estamos haciendo con las municipalidades, para lograr un precio de paga mejor al pequeño productor”.

Precisó que el concepto de realizar las trasformaciones “con política” significa entender que el valor agregado se puede dar en pocas manos y en lugares estratégicos, pero ese no es el camino. “Pensar que la lana se produzca en la Patagonia y se lave en Buenos Aires, no es la solución. Necesitamos que el lavado se de en el lugar donde se produce porque ahí se genera más empleo”.

“Hace ya al menos cinco años que se vienen ejecutando y llevado adelante todas estas intervenciones a nivel provincial”, precisó.

Sobre el aporte de créditos Campos Bilbao dijo que año a año el Ministerio ha realizado acuerdos con el Banco Nación, para el otorgamiento de créditos a tasa subsidiada para las distintas líneas productivas pero, además, se resolvió la situación de los pequeños productores con fondos rotatorios provinciales o municipales, con lo cual no solo se cuenta con el Banco Nación. Con ello, explicó, se da valor a las bancas provinciales y/o municipales. “El esfuerzo que estamos haciendo es la federalización de todos los instrumentos, el de financiamiento, el de promoción, de desarrollo tecnológico”, etc.

A la vez, agregó, el ministro Domínguez anunció, en febrero último, la línea de financiamiento a la ganadería con un fondo de 400 millones y ello, a nivel territorial, por ejemplo en Tres Isletas, Chaco, se traduce en un fondo rotatorio del municipio.

Campos Bilbao precisó que “cuando uno habla de política y de transformación, estamos hablando de presupuestos” y agregó que “después de la discusión profunda de la 125 la Presidenta tomó dos medidas estructurales respecto de este tema: una es la creación del Fondo Federal Solidario, que es el aporte el 30% de los fondos de la soja en aporte directo, coparticipable con los gobiernos provinciales y los municipios para obras de desarrollo productivo. Esa es una señal política clara”.

“La otra medida -agregó- es un volumen de fondos menor pero de impacto territorial, como fue la creación del Fondo de las Economías Regionales, a partir del cual financiamos las intervenciones en lo que es infraestructura pública, reactivación económica y desarrollo rural. Con el 50% del valor de las retenciones de los productos exportables de las economías regionales se crea también el Fondo Vitivinícola, el Fondo de Miel y sumado a la ley caprina, ley ovina, ley del algodón, ley forestal, Fondo Especial del Tabaco, reúne un fondo de más de mil millones de pesos, sin contar el Fondo del Tabaco, que es del millones de pesos en sí. No lo incluimos porque desvirtúa un poco el volumen”.

Campos Bilbao recordó que antes de este Plan estratégico “se venía este ministerio a discutir básicamente lo que era la distribución de fondos”, dispuestos por distintas leyes, como el del tabaco, etc.

"A partir de nuestra insistencia en el marco del Consejo Nacional Agropecuario de que cada provincia defina su plan estratégico de desarrollo agropecuario y de contar con el financiamiento para hacerlo es que hoy tenemos al menos doce provincias que están trabajando con esta lógica. Todas las provincias han tenido la posibilidad y el financiamiento de este ministerio para consolidar y conformar sus planes estratégicos”, aseguró.

Fuente: presidencia de la Nación
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