Proponen retomar política energética regional

En el marco de un seminario organizado por INTAL, el profesor brasileño Helder Quiroz destacó la falta de un modelo específico de integración a nivel energético entre los países del MERCOSUR .


 El pasado Miércoles 13 de Mayo, en el salón de actos de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, se desarrolló el segundo de la serie de seminarios internacionales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), enmarcados en la celebración  del 50ª Aniversario del INTAL. La institución, organizó los eventos junto al Instituto Interdisciplinario de Economía política de la Universidad de Buenos Aires ( IIEP-BAIRES, UBA-CONICET). Fueron articulados bajo el eje temático “Potencial productivo y Desempeño Exportador Regional-Políticas y Estrategia Comercial para la inserción externa”.

El segundo seminario del ciclo denominado “ Transformaciones en la economía energética: Nuevas tendencias globales y regionales” , estuvo dedicado  a la energía y el desarrollo de los recursos naturales No convencionales y contó con la presencia de un reconocido panel integrado por el catedrático CAF para la energía Paul A. Isbell  (Center for Transatlantic Relations, Johns Hopkins University SAIS, Washington DC); el profesor asociado Helder Queiroz Pinto Jr. Instituto de Economía de la Universidade Federal do Río de Janeiro ( IE/UFRJ); Nicolás Galano, Investigador del Programa de Integración global y desarrollo productivo-CIPPEC-Buenos Aires y el Profesor Fernando H. Navajas, titular del Departamento de Economía de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de la Plata.

La revolución tecnológica que experimentó en menos de una década la explotación del petróleo y gas modificó el marco geopolítico energético a nivel global, regional y local. Estas transformaciones, por un lado  facilitaron el aprovechamiento y el descubrimiento de nuevas  fuentes de energía no convencionales incrementando de esta manera las reservas de estas fuentes con la consiguiente caída de los precios internacionales del petróleo.

En el marco de su disertación, el Profesor Helder Quiroz destacó la falta de un modelo específico de integración a nivel energético entre los países del MERCOSUR  y la  necesidad de retomar los objetivos de una política energética conjunta.

En otro orden de ideas, el analista Nicolás Gadano en el plano local, sostuvo que existe en Argentina “…una  decisión estratégica tendiente a gasificarse debido a la caída de la producción de petróleo que presenta el país…”, aún cuando en la actualidad se observa una paulatina desaceleración de la misma. Se suma a esta variable la vinculación directa del sector energético a los problemas macroeconómicos.

Frente a este panorama se plantea como una solución el descubrimiento de nuevos yacimientos y cuencas, tal como el caso de Vaca Muerta en la provincia  de Neuquén y la explotación de  recursos energéticos no convencionales (shale gas y shale oil). Argentina posee grandes posibilidades de proyección en cuanto a la explotación de estos recursos, ubicándose en el segundo lugar en cuanto a la explotación mundial de pozos no convencionales; como así también posee la infraestructura necesaria para desarrollar esta potencialidad energética, afirmó el analista. En este sentido, explicó que el recurso no convencional necesita de un proceso de “learning by doing” que requiere de tiempo y dinero.

Otro punto interesante que abordó en su disertación fue la expectativa geológica que los investigadores promueven en la búsqueda de nuevos reservorios al estilo de los encontrados en Brasil y el consecuente desarrollo de nuevas cuencas energéticas en el Atlántico.

Por último, destacó que se plantea un gran desafío para  la política energética en el corto plazo ligada por un lado a  la redefinición del condicionamiento a paliar el  déficit fiscal , el otorgamiento de  grandes subsidios  a la cadena de valor energética, demanda y oferta respectivamente y el debate de la nueva ley de hidrocarburos en el marco del sistema constitucional argentino que le otorga el dominio originario de los recursos naturales  a las provincias en sus territorios y la consecuente protección del medio ambiente, a través de la definición de un marco jurídico que dependerá del federalismo regulatorio. Es necesario el planteo de nuevas estrategias energéticas  para resolver estos dilemas en los  próximos 30 años.

 Por su parte el profesor Paul Isbell adjudicó  el cambio estructural en la baja de los precios,  al aumento de la oferta mundial de recursos energéticos. Siendo que la demanda asiática de los próximos 20 años será cubierta por la producción atlántica, el precio actual del petróleo que oscila entre los U$S 40 y U$S 60 por barril implica una amenaza a la producción del Atlántico generando una vulnerabilidad mayor en las cuencas con estructuras de costos más altos. En consecuencia se puede sostener que los nuevos descubrimientos podrían  ser absorbidos por las grandes empresas petroleras relegando a los pequeños productores. Existen dos países entre los más afectados por esta coyuntura internacional: Nigeria y Venezuela, que tienen sus presupuestos nacionales vinculados directamente con el ingreso petrolífero.

En este sentido, el académico entiende que Arabia Saudita ha ralentizado su producción con la intención de promover el impacto de la baja de los precios en el petróleo y de esta manera generar mayor presión sobre estos países.

Como conclusión se puede sostener que estos nuevos escenarios económicos de la energía, y el descubrimiento y desarrollo de nuevas fuentes no convencionales, modifican el cuadro geopolítico que organizaba en el pasado los intereses de los países productores y consumidores  generando nuevas perspectivas a nivel global, regional y local.
 

Próximo seminario del ciclo 

 

Eva Muñoz