Pacto democrático: el establishment económico y financiero de Brasil contra intentos golpistas de Bolsonaro

Para este grupo de notables, "la solución de los inmensos desafíos de la sociedad brasileña pasa necesariamente por el respeto a los resultados electorales". Eleonora Gosman.


“En el Brasil actual no hay más espacio para los retrocesos autoritarios. Dictadura y tortura pertenecen al pasado”. La frase no es parte de una proclama de “izquierdistas”: muy por el contrario, es suscripta por un sector central del establishment económico y financiero del país. Fueron ellos quienes decidieron salir con la declaración que lleva como título: “Carta a los brasileños y brasileñas en defensa del Estado Democrático de Derecho”. El objetivo es claro: detener posibles intentos de Jair Bolsonaro de desconocer las elecciones en caso de derrota. Para este grupo de notables, “la solución de los inmensos desafíos de la sociedad brasileña pasa necesariamente por el respeto a los resultados electorales”.

Entre quienes respaldan la proclamación figuran nada menos que los dueños del banco Itaú Unibanco, Roberto Setubal y Cándido Bracher; los de la firma cosmética Natura, Guilherme Leal y Pedro Passos; el ejecutivo topo de la gran papelera Suzano, Walter Schalka. También dieron su consentimiento ex jueces de la Corte Suprema como Celso de Mello, Sepúlveda Pertence y Carlos Ayres Britto- A ellos se sumaron Pedro Malan y Armínio Fraga, conspicuos ex ministros del gobierno socialdemócrata de Fernando Henrique Cardoso. Entre los artistas, figura Chico Buarque y la actriz Alessandra Negrini.

Las personalidades que endosaron el manifiesto no fue un obstáculo para el tono duro del escrito, al defender el sistema de urnas electrónicas: “Nuestras elecciones con proceso electrónico han servido de ejemplo en el mundo. Tuvimos varias alternancia de poder sin que jamás fueran puestos en tela de juicio los resultados. Las urnas y la Justicia Electoral se revelan como seguras y confiables”. Es la contraposición exacta a lo que piensa y arenga el actual jefe de Estado. Y aunque su nombre no aparezca explícitamente, para que nadie tenga dudas del destinatario, el documento añade que “son intolerables las amenazas a los demás poderes y sectores de la sociedad civil y la incitación a la violencia y a la ruptura del orden constitucional”.

El tenor de la manifestación empresarial puso un sonido de alarma en el Palacio del Planalto (la sede del gobierno en Brasilia). Al punto que el jefe de la Casa Civil (equivalente a ministro coordinador) Ciro Nogueira, un político del derechista Partido Popular, optó por responder a través de un Twitter con ataques al mundo financiero brasileño: “Presidente Bolsonaro. ¿Sabe por qué los banqueros pueden firmar cartas contra el presidente de la República? Porque saben que no serán perseguidos”. A continuación subrayó que Bolsonaro les hizo “perder más de 40.000 millones de reales para beneficiar a los brasileños. No debe sorprender que los perjudicados firmen proclamas contra el señor”.

Desde luego, basta ver la réplica oficial para medir el impacto del Manifiesto. Aún más frente a otras iniciativas de defensa de la democracia: un grupo de 19 representantes de la sociedad civil, entre ellos hay miembros de fundaciones e inclusive de la Central Única de Trabajadores (CUT), desembarcó ayer lunes en Washington. El objetivo es encontrarse con autoridades de la Casa Blanca y con legisladores.

En la agenda hay una cita con el Comité del Congreso norteamericano que investiga la invasión del 6 de enero de 2021, al Capitolio. En esa acción de extrema violencia participaron partidarios de Donald Trump y, en base a los documentos investigados y más de 1.000 testigos oídos, la comisión parlamentaria determinó que ese movimiento explosivo fue promovido por las huestes ”trumpistas” y que el ex presidente republicano “no hizo nada” para detenerlos. El grupo de brasileños, coordinados por la ONG Pacto por la Democracia, una coalición de diversas organizaciones de la sociedad civil, busca difundir “el plan golpista” del actual gobernante y concitar el apoyo internacional para detenerlo.

“La ida de esta delegación a los Estados Unidos es extremadamente relevante. Nos dará la oportunidad de dialogar con actores institucionales y sociales de un país que recientemente pasó por episodios muy similares al contexto que vivimos hoy en Brasil”, declaró Flavia Pellegrino, jefa de coordinación del Pacto Democrático.

Publicada originalmente en Perfil

Eleonora Gosman