Mujeres discriminadas

El Festival se inició en 1948, y lleva 71 ediciones. Fueron elegidas para ser exhibidas desde entonces 1643 películas hechas por directores masculinos. En cambio solo 82 dirigidas por mujeres. El 5% de las conducidas por hombres. Por ello fueron 82 manifestantes.

Por otra parte, en toda la historia del festival, solo una película dirigida por una mujer ganó su máxima distinción, La Palma de Oro. Fue El Profesor de Piano, que dirigió Jane Campion. Agnes Varda resaltó:”Las mujeres no son una minoría en el mundo, y sin embargo nuestra industria dice lo contrario. Queremos que esto cambie”.

Salma Hayek destacó que no era solo el caso de Cannes “es una responsabilidad de la industria entera…muchas mujeres no hacen sus películas, porque no van a tener financiamiento, ni van a ser distribuidas”. En Francia por ejemplo, de los 2066 directores que condujeron películas entre el año 2006 y 2016, solo el 23% eran mujeres.

“La campana de cristal” que impide a las mujeres avanzar no es tampoco desde ya un problema que afecta solo a la industria del cine. Forma parte de un contexto más amplio donde con adelantos, las mujeres siguen siendo discriminadas en condiciones básicas de trabajo, A pesar de su ingreso masivo en el mercado de trabajo, y sus contundentes progresos en escolaridad, siguen relegadas en su integración a los más altos niveles ejecutivos de las empresas. Representan en los Consejos Directivos del mundo desarrollado sólo el 17.3% de sus integrantes. Están “atrapadas” en los rangos bajos de las organizaciones. Asimismo siguen recibiendo menor remuneración a igual trabajo. Según los cálculos del Foro de Davos, a este ritmo se tardará más de un siglo en lograr la equiparación salarial.

En un ranking anual preparado por la Revista The Economist, sobre el medio ambiente para las mujeres trabajadoras, los países nórdicos muestran que puede ser diferente. Encabezan la tabla Suecia, Noruega e Islandia, con puntajes de 80 sobre un máximo posible de 100, En cambio SurCorea tiene 20, Japón 30, y Turquía 35.

El potente movimiento YO TAMBIEN está hoy combatiendo una de las manifestaciones más oprobiosas de la discriminación de género que tiene también una aguda expresión en el lugar de trabajo, el acoso sexual. Los logros han sido muy significativos, pero el tema es muy vasto y profundo en el mundo global. Están en juego los derechos humanos más elementales de millones y millones de mujeres.

Así entre otras cifras que lo ilustran:

• Una de cada tres mujeres en el mundo han sido objeto de violencia física, o psicológica.
• En Asia y Africa, más de 125 millones de mujeres han sufrido mutilación genita.
• Cada tres segundos una menor de 18 años contrae matrimonio. Los matrimonios de niñas son en muchos casos forzados o coercionados y las dejan indefensas..
• Una encuesta de Naciones Unidas (NY Times) sobre 10.000 hombres, en seis países de Asia y Africa,encontró que el 25% reconoció haber violado a una mujer.

En la India, las violaciones son un problema público. Dos niñas fueron violadas repetidamente y después asesinadas hace pocos días, conmocionando toda la Sociedad.

Bajo diversas expresiones, desde las discriminaciones laborales hasta, el acoso sexual, y el feminicidio, hay a pesar de los avances, un largo camino a recorrer para que el mundo erradique la intolerable lacra de la discriminación de género.

*Consultor Internacional