Las negociaciones Argentina-Brasil y un modelo de relación bilateral

Dos días de reuniones no alcanzaron para destrabar en lo inmediato los conflictos comerciales relacionados con la aplicación de licencias no automáticas por parte de Argentina a productos sensibles importados desde Brasil y medidas de retalación brasileñas sobre los automotores argentinos, el sector que más vende a ese país. Sin embargo, lo que se discute en el fondo es un modelo de relación bilateral que equipare el comercio bilateral y abra la inversión a las empresas argentinas en Brasil.


El Secretario de Industria, Eduardo Bianchi, y el Secretario Ejecutivo del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Alessandro Teixeira, resolvieron que mantendrán reuniones mensuales para monitorear el comercio bilateral. Respecto de las licencias no automáticas, avanzaron en las negociaciones para liberar gradualmente las licencias pendientes, explicó un escueto comunicado del Ministerio de Industria. Los funcionarios "hicieron foco en los temas expuestos por los ministros de industria en las cartas que intercambiarán en las últimas semanas".

"Ambos gobiernos acordaron fortalecer acciones dirigidas a promover el desarrollo productivo integrado y definirán una agenda de trabajo para los temas estructurales, con especial atención en los sectores sensibles y estratégicos para cada país", informó la cartera en un comunicado.

En lo que respecta al licenciamiento no automático de las importaciones, las partes avanzaron en las negociaciones tendientes a liberar gradualmente las licencias pendientes, y garantizaron reuniones mensuales de la Comisión de Monitoreo del Comercio Bilateral.

El funcionario brasileño reconoció que no se cerró un acuerdo, pero se tenderá a la dilución de los problemas originados por medidas de retaliación de Brasil, al aplicar licencias no automáticas a vehículos argentinos, que son exportados a razón de 7.000 unidades por semana, y cuyo sector explicó el 50% del crecimiento económico brasileño del año 2010. Argentina pidió también la suspensión de barreras aplicadas por Brasil a algunos productos, como vinos, cítricos y lácteos. Pero lo más importante es la falta de respuesta al pedido de Argentina de participar en las obras públicas de Brasil, vinculadas con la realización del Mundial de Fútbol 2014 y de los Juegos Olímpicos 2016, además de brindar trato nacional a las empresas argentinas radicadas en Brasil, como se hace en Argentina.

El conflicto comercial y la normativa del Mercosur

El 12 de mayo, el gobierno brasileño decidió imponer barreras a la importación de vehículos con el objetivo principal, según lo reconocen medios brasileños, de forzar a la Argentina a rever las acciones proteccionistas contra Brasil, en productos electrodomésticos y máquinas agrícolas. La medida también procuraría defender las montadoras instaladas en el país del avance de automóviles asiáticos, como Corea del Sur, y de China. Las licencias, que pueden demorar 60 días en ser otorgadas, si bien están contempladas por la OMC, el carácter de socios que comparten Argentina y Brasil en el Mercosur, ofrecen otros mecanismos que podrían adoptarse, de acuerdo con especialistas en derecho de la integración, como Alejandro Perotti, ex alto funcionario de la Secretaría Administrativa del Mercosur.

“De las misivas intercambiadas entre los ministros Giorgi (Argentina) y Pimentel (Brasil), como así también de lo que surge de la prensa (proveniente de ambos lados de la frontera), parece desprenderse que ambos Estados Partes justifican las medidas adoptadas (licencias no automáticas de importación) en el incumplimiento previo de las normas del Mercosur por parte del otro Estado, señala el experto.

“Independientemente de si Argentina ha incumplido los plazos para la emisión de las licencias de importación, o de si Brasil es responsable de las medidas endilgadas por la ministra Giorgi en su carta (o de si respetará los plazos para emitir las licencias de importación en relación a los productos automotor), lo cierto es que la justificación utilizada para las medidas recíprocas carece "absolutamente" de base legal válida.

“Si bien es cierto que según el artículo 2 del Tratado de Asunción (Mercosur) "el Mercado Común estará fundado en la reciprocidad de derechos y obligaciones entre los Estados Partes". Sin embargo, el artículo 38 del Protocolo de Ouro Preto dispone que "los Estados Partes se comprometen a adoptar todas las medidas necesarias para asegurar, en sus respectivos territorios, el cumplimiento de las normas emanadas de los órganos del Mercosur", y por otro lado, el Protocolo de Olivos para la solución de controversias, suscripto entre los Estados Partes, establece los mecanismos que puede utilizar un Estado Parte (y aún un particular) para denunciar una violación de una norma mercosureña y obtener su cumplimiento.

“Por tal razón, ningún Estado Parte puede justificar su infracción del derecho regional en el previo incumplimiento de otro Estado Parte, ni aun cuando la actitud de éste sea evidente y no deje lugar a dudas.

“Más aún, su proscripción del derecho del bloque, o lo que es lo mismo, la imposibilidad de su alegación como causal de justificación, ha sido explícitamente reconocida por el Tribunal del Mercosur en los asuntos tributos internos a los cigarrillos (Paraguay c/Uruguay) y estímulos impositivos a la industrialización de la lana (Argentina c/Uruguay).

En ambos expedientes, uno de los argumentos defensivos invocados por la representación oriental fue la existencia de una violación previa por parte del Estado demandante.

En particular el Tribunal que intervino en el último caso citado fue muy enfático al reconocer -con base en la jurisprudencia andina y europea- que en el contexto de un proceso de integración como el del Mercosur, ningún Estado Parte puede justificar un acto nacional infractor del derecho regional en el incumplimiento anterior de otro Estado Parte.

“Para el Tribunal, los artículos 2 del Tratado de Asunción y 38 del Protocolo de Ouro Preto, conjuntamente con el Protocolo de Olivos, otorgan al Estado Parte afectado el derecho de exigir la observancia del ordenamiento jurídico -en última instancia- ante el Tribunal del Mercosur, y de persistir el incumplimiento luego de la sentencia del citado tribunal, dicho Estado tiene asimismo la prerrogativa de aplicar una medida compensatoria”, señala Perotti. *

La interdependencia de ambos países en la economía del bloque es tan fuerte, que no sólo se ve reflejada en los instrumentos jurídicos mencionados por Alejandro Perotti, sino en la propia organización económica de las multinacionales automotrices, que importan autopartes de Brasil, para exportar vehículos con ese destino desde Argentina, con lo que las propias productora s de autopiezas se verían afectadas de prolongarse las licencias aplicadas por Brasil, como lo señala Daniel Rittner en Valor Económico.


Los reclamos argentinos como antecedente

En las últimas semanas, en un intercambio epistolar, antes de que se produjeron las reuniones de negociación, la ministra de industria argentina, Débora Giorgi, informó a su par brasileño Fernando Pimentel, sobre una serie de problemas que afectan al intercambio comercial.

Giorgi informó a su colega que en el primer trimestre de este año "las compras argentinas (de productos y servicios brasileños) han crecido un 33%" por lo que alcanzaron los 4.700 millones de dólares, "con un saldo positivo a favor de Brasil de 730 millones de dólares", mayor al registrado en el mismo período de 2010.

"La información preliminar correspondiente a los primeros cuatro meses del año muestra que las exportaciones de Brasil a la Argentina siguen creciendo al 33% (6.400 millones de dólares), mientras que el déficit de la Argentina alcanzó los 1.200 millones, el doble del déficit verificado en igual período del año 2010 (USD 600 millones)", apuntó Giorgi.

"Agradezco anticipadamente su esfuerzo para solucionar los problemas señalados y así reforzar la integración anhelada por todos, y también descarto su vocación de trabajo y compromiso para que los tiempos sean lo más breves posibles", expresó Giorgi en la nota dirigida a su colega.

Los "problemas señalados" por la ministra son los límites al ingreso de productos argentinos a Brasil, como son el aceite de oliva, el sello fiscal a las bebidas alcohólicas, el cupo de leche en polvo "nunca cumplido" y el antidumping aplicado a la vajilla de vidrio argentina, superior al que se dispuso para Indonesia.

Giorgi planteó a su par las cuestiones "estructurales" a resolver, para avanzar hacia un intercambio comercial "más equitativo".

Por ejemplo, la prohibición de la circulación de mosto a granel, reclamada por la Argentina desde 2007, las "demoras en el registro de productos agroquímicos, veterinarios y medicamentos, entre otros", y obstáculos para el acceso de productos argentinos de línea blanca.

También mencionó la situación de los cítricos argentinos que no pueden acceder al mercado brasileño desde comienzos de 2009, las demoras en la negociación del Protocolo de Compras Gubernamentales del Mercosur, aprobado en 2006 y todavía no implementado por Brasil.

Giorgi subrayó que no hay un "resultado satisfactorio" en respuesta al pedido de Argentina de participar en las obras públicas de Brasil, vinculadas con la realización del Mundial de Fútbol 2014 y de los Juegos Olímpicos 2016.

Mientras que las "inversiones brasileñas de Camargo Correa, Petrobrás, Banco de Itaú, Alpargatas Brasil, Santista, Santana, Vicunha, Agrale, Vulcabras, Moura, Natura, Cambuci, ALL, Coopershoes, Paquetá, Gerdau, Banco do Brasil, Eurofarma, Randon, Vale do Rio Doce y Plascar por mencionar solo algunas, son bienvenidas a mi país con un trato nacional pleno", dijo.

A su vez, mencionó "las constructoras y desarrolladoras (brasileñas) tanto de obra privada como de obra pública, como Odebrecht, que han participado en los principales emprendimientos de infraestructura, sin discriminación alguna".

La ministro señaló también que el financiamiento acordado con el BNDES para la compra de camiones y maquinaria agrícola argentinos, "solo se otorga a estos productos si son de origen brasileño".

Esta "discriminación" es una "barrera infranqueable para los bienes de capitales argentinos", aseveró Giorgi, para subrayar que la misma condición "no aplica en forma recíproca en el marco de líneas de financiamiento blando".


• Alejandro Perotti, ex alto funcionario Secretaría del Mercosur. Ver nota completa en http://comex.iprofesional.com/notas/116168-Conflicto-Argentina-Brasil-por-qu-en-el-Mercosur-es-ilegal-la-Ley-del-Talin-  

Graciela Baquero