Garantizar la sustentabilidad de las reestructuraciones de deuda

El visionario llegó a Buenos Aires para hablar sobre los desafíos económicos globales, invitado por el Congreso de Responsabilidad Social.


Hay holdouts y fondos buitre que usan el sistema legal para extraer beneficios excesivos de países como Argentina. Necesitamos reformar el régimen internacional para garantizar la sustentabilidad de las reestructuraciones de deuda. Lo que le pasó a la Argentina no debe suceder de nuevo, señaló en uno de los párrafos de su intervención.

Alessandra Minnicelli, presidenta del Comité Organizador del Segundo Congreso Internacional de Responsabilidad Social, junto con Bernardo Kliksberg, Presidente Académico y Daniel Vila, empresario de medios, presentaron la conferencia magistral del segundo día del CIRS 2014. En esta ocasión, el destacado economista Nouriel Roubini, traído al país de manera exclusiva para el evento, dio la visión del panorama de la economía global y habló de las tendencias y los desafíos actuales.

“Cada uno de nosotros debemos tomar conciencia de lo que significa la RS. A partir de eso, las palabras se van a transformar en hechos. En esta ocasión, tengo el honor de presentar al Dr. Nouriel Roubini, que tuvo la claridad de predecir el caos financiero que se produjo en 2008, que afecto a los Estados Unidos y que se extendió al resto del mundo. Para él, los países que alcanzaron un mayor éxito son los que acompañaron las políticas públicas con el desarrollo y el crecimiento. El capitalismo tal como lo conocemos hoy podría entrar en un profundo proceso de cambio. Ojala que tienda a lograr un mundo más justo y más equitativo”, expresó Vila.

De esta manera, Roubini comenzó su conferencia con la visión que dominó la mayor parte de las sesiones del CIRS: “La clave es asegurarnos que el crecimiento económico conduzca al desarrollo social y económico. Para que seamos desarrollados socialmente tiene que generar inclusión, ser sustentable, justo, responsable socialmente. Recién entonces tendremos un crecimiento que tendrá una buena calidad”, aseguró.

En este camino, el economista destacó las tendencias que priman en las economías del mundo           , con el fin de encontrar soluciones que pueda ofrecer la política sobre la inequidad.

Si bien destacó que la recuperación económica y financiera tras la crisis de 2008 fue “anémica”, elogió el crecimiento de los países emergentes, desde donde proviene el 50% del PBI  mundial. “Históricamente, el grupo de países que conducían las políticas de economía global era el G7 pero este grupo  se volvió obsoleto  y el grupo que desarrolla las políticas económicas actuales es el G20, compuesto por economías de mercados emergentes, donde Argentina forma parte”, aseveró. “El mundo ya no es del G7”, fustigó y remarcó el crecimiento de los BRICS frente al escenario donde antes dominaban Europa y Estados Unidos.

Las tecnologías energéticas, concepto que Roubini llama ET y los nuevos combustibles fósiles no convencionales, que alimentan a las economías alternativas y las economías verdes fueron otra parte importante de su ponencia. “Las Biotecnologías, la investigación biomédica, la investigación en células madres, son las nuevas formas para mejorar la salud de las personas y gracias a ellas, podremos vivir más tiempo y con más salud”, vaticinó.

“La tecnología de la información, la web 3.0, el big data, las redes sociales: hay una segunda revolución de internet, el Internet de las cosas, que puede ser una fuente de grandes mejoras para nuestra vida. Gran parte de esta innovación se da en mercados emergentes y pueden cambiar la forma en la que vivimos. Aunque haya envejecimiento de la población, viviremos más tiempo y más saludablemente”, destacó.

El economista aseguró que tanto la eurozona, como Japón y otras economías avanzadas no están creciendo y uno de los motivos fue que la combinación de políticas “fue inadecuada. Demasiada austeridad fiscal desaceleró el crecimiento, no se ha hecho suficiente estímulo fiscal. En este contexto, tal como lo sugiere el FMI, hay mucho espacio para la inversión pública que genere empleo e ingreso”, indicó al tiempo que aseguró que las alianzas entre el mundo privado y público es esencial.

“Tenemos demasiada deuda publica en las economías más avanzadas, razón por la cual la recuperación ha sido tan anémica. Algunos países podrán resolver sus problemas mediante ajustes fiscales pero en algunos casos la relación de la deuda ha sido insostenible. Esto afecta el potencial de crecimiento”, reveló.

El tema de los fondos buitres también se colaron en su conferencia: “Necesitamos reformar el régimen internacional, hacia una reestructuración justa y ordenada. Debemos reformar el sistema de seguridad social y la atención a la salud para que cuiden de los adultos mayores porque todos vamos a vivir más años y hay que afrontar estos costos. Los gobiernos deben negociar con las farmacéuticas para que los precios de los remedios no sean excesivos”, como uno de los ejemplos.

 

Los jóvenes en el centro de la escena

Roubini relacionó las situaciones de caos en los países árabes, la denominada “Primavera árabe” con una política de abandono. “Cuando hay jóvenes sin oportunidades se ponen violentos y allí ocurre la revolución como sucedió en Túnez o Libia. Estos jóvenes deben recibir la capacitación adecuada y los gobiernos deben brindarles mejoras sociales, de otra manera, estos desempleados llevarán la violencia y esto a la revolución. Debemos dar oportunidades para que tengan esperanzas”.

En tanto, vaticino que China va a decrecer en su economía, aspecto que tendrá un efecto negativo para las economías emergentes. “Otro viento de frente es que el superciclo de las commodities ha terminado ya que hay muchos productores que invierten en nuevas producciones y reducen los precios, sobre todo en los metales industriales que requiere el gigante asiático”.

Roubini llamo a los gobiernos a no  implementar políticas cortoplacistas, sino estructurales y significativas. “Esto lleva sacrificios pero necesitamos instituciones que miren al futuro y no a 4 o 5 años. El crecimiento debe ser sostenible desde el punto de vista ambiental, debe ser justo para todos, inclusivo, debe ser socialmente responsable porque de otro modo no es justo ni legítimo. Necesitamos cooperar juntos en Congresos como estos para hacer del mundo un lugar mejor. Hay muchos problemas y desafíos pero muchas soluciones que pueden provenir del mundo privado. Hay que incentivar esto”, culminó el economista en medio de una sala colmada de estudiantes, académicos y funcionarios.

 

Paul Krugman habló sobre justicia social en CIRS 2014

Una de las conferencias más esperadas del Segundo Congreso Internacional de Responsabilidad Social junto con la de Amartya Sen y Nouriel Roubini llegó de la mano del destacado economista Paul Krugman, que se dirigió ante un salón colmado de funcionarios, estudiantes y representantes de organizaciones, cooperativas, sindicatos y empresas.

Profesor de la Universidad de Stanford y la Universidad de Princeton de Estados Unidos y colaborador de The New York Times, Krugman recibió minutos antes de su ponencia en Buenos Aires el título de Honoris Causa por parte de Alberto Barbieri, Rector de la Universidad de Buenos Aires.

El creador de la nueva Teoría del comercio focalizó su presentación en las causas y las soluciones de la justicia social y la desigualdad. “Focalizarse en la rentabilidad es un error”, destacó Krugman en relación a la clásica ecuación económica que domina gran parte del mundo.

“La política puede tener un impacto muy importante. Lo que el gobierno se lleva en impuestos hace una enorme diferencia” y comparó la desigualdad de riqueza, pero sobre todo la diferencia en el antes y después de la implementación de políticas públicas.

“Esto es crucial. Tuvimos una recesión terrible y una recuperación lenta (en referencia a Estados Unidos), pero igualmente no ocurrió un aumento en la pobreza profunda y el motivo es que tenemos una red de contención más fuerte que la que teníamos durante otras crisis pasadas. Las políticas públicas pueden tener una gran importancia en la distribución de ingresos", expresó.

Habló también sobre las tendencias que vertieron a las sociedades hacia la desigualdad en gran parte del mundo específicamente entre el período 2000 y 2010. “La inequidad aumentó en Dinamarca pero sigue siendo mínima, tiene una sociedad muy igualitaria. En Alemania sucede lo mismo. Estados Unidos, en cambio, es mucho más desigual”, aseguró Krugman.

En cuanto a Latinoamérica, el Premio Nobel se refirió al crecimiento de México como ejemplo principal: “es una sociedad que sigue siendo desigual pero claramente ha logrado una reducción significativa en la inequidad. Esto es gracias a un movimiento para mejorar y extender la educación, que logró un gran progreso en los niveles promedios de educación, con programas de asistencia a los pobres y fue el resultado de políticas que han ido en dirección a mejorar la justicia social”.

En tanto, destacó que todos los países de América Latina giraron en torno a este escenario de mejora de la inequidad, “y no de casualidad. Las políticas para la justicia social pueden tener un gran impacto y eso debe ser alentador. Existe la tendencia de visualizar a la desigualdad como algo de lo que no podemos hacer nada, pero no es cierto, podemos hacer mucho al respecto”, indicó en línea a la esencia que se transmitió en el CIRS 2014.

En cuanto al escenario argentino, el economista brindó algunas advertencias en torno a la justicia social: “Es positivo preocuparse por la desigualdad, por el destino de los pobres y el estado de los trabajadores, pero se tiene que hacer de manera realista, que no significa que debamos ser ortodoxos siempre. Argentina fue extremadamente no ortodoxo tras la catástrofe de 2001 y eso funcionó muy bien. Su postura de no  sacrificar la economía por mantener la convertibilidad. Eso funcionó muy bien y este país tuvo una enorme recuperación económica, pero el problema es que se mantuvo la heterodoxia durante mucho tiempo”.

Habló sobre quienes critican al gobierno argentino como aquellos a los que “no les gusta el populismo. A los que nos importa la justicia social, nos importa que puedan actuar. La desigualdad no es un tema menor. Hace una enorme diferencia. Las políticas gubernamentales hacen que las sociedades sufran mucho menos y que se pueda reducir drásticamente la pobreza. Es notable ver cuánto se puede hacer para mejorar la sociedad. Es problema es la voluntad política”, reflexionó Krugman en el cierre del CIRS 2014. 

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