El contenido nacional gana terreno en el Plan RenovAr

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial recibió a las empresas adjudicadas en las rondas 1 y 1.5 del Plan RenovAr, y también a quienes habían celebrado contratos de abastecimiento en el marco de programas anteriores a la sanción de la ley 27191, y no habían alcanzado habilitación comercial (Resolución 202).

Durante la jornada se explicaron los procedimientos para la determinación del componente nacional y se presentó la plataforma on line del Registro de Proveedores de Energías Renovables.

La plataforma virtual desarrollada por el INTI permite, fundamentalmente, verificar el origen nacional de bienes electromecánicos fabricados localmente según la reglamentación vigente. Esto, a su vez, resolvería la gestión de la exención de derechos de importación para fabricantes locales, una vez publicada la resolución que lo reglamente, y en perspectiva, genera elementos para identificar oportunidades de desarrollo de la industria nacional, cuyos actores verán publicados sus productos en el sitio web del ReProER.

La percepción favorable respecto de los anuncios fue generalizada entre los asistentes, que participaron activamente de la jornada, evacuaron sus dudas y coincidieron en la aprobación de los procedimientos propuestos.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del presidente de INTI, Javier Ibañez, quien señaló el compromiso de la Institución con la “diversificación de la matriz energética argentina con energías renovables”. Sergio Drucaroff, subsecretario de Gestión Productiva Secretaría de Industria y Servicios del Ministerio de Producción, destacó el esfuerzo conjunto que vienen realizando con el INTI para potenciar la participación del medio productivo local.

Luego, fue el turno de Esteban Yañez, ‎especialista de la Gerencia de Contratos y Normativa de ‎CAMMESA, quien detalló el rol del INTI en el Plan RenovAr, como parte compradora en representación de distribuidores y grandes usuarios, y las obligaciones recíprocas con las empresas que firmaron contratos de abastecimiento.

Entre los oradores, también estuvieron Esteban Pérez Andrich, Maximiliano Bruno y Laura Vásquez de la Subsecretaria de Energías Renovables del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, que repasaron los detalles sobre los procedimientos para el acceso a los beneficios fiscales.

La metodología para las auditorías sobre la que se trabajó en esta convocatoria es aplicable solo a las Rondas 1, 1.5 y Resolución 202, alcanzadas por la Resolución conjunta 123. Es decir, no aplica a los proyectos correspondientes a la Ronda 2 (normada por la reciente Resolución conjunta 1-E/2017 –modificatoria de la 123–), que se analizará próximamente.

Las preguntas frecuentes y las inquietudes que surgieron durante la jornada, al igual que las presentaciones realizadas por los especialistas, fueron publicadas en la página web del Centro de Energías Renovables del INTI.

 

Utilizan una sustancia vacuna para prolongar la vida de alimentos y aportarles nutrientes  

Durante su almacenamiento, los alimentos pueden sufrir un deterioro de su valor nutricional, su salubridad y sus cualidades físicas como consecuencia de la acción del oxígeno y otros agentes oxidantes. Para contrarrestar estos efectos, investigadores del INTI y de la Facultad de Agronomía de la UBA desarrollaron un conservante natural a partir de un desecho de industria cárnica.

Se obtuvo un conservante a partir del plasma vacuno, es decir uno de los componentes de la sangre que se desecha luego de la faena del animal, que podría usarse como un aditivo natural. Se logró como resultado de un proceso conocido como “hidrolizado enzimático”, que consiste en romper las proteínas del plasma para obtener moléculas de diferente tamaño —llamadas péptidos— cuyo volumen influye en el uso que se le quiera dar al producto. El método se realiza bajo condiciones controladas, lo que permite obtener péptidos de la dimensión deseada.

De cumplir con las condiciones higiénico-sanitarias pertinentes, esta capacidad antioxidante haría viable su utilización como aditivo conservante, con el fin de prolongar la vida útil de cualquier tipo de alimento destinado a consumo humano, pero principalmente aquellos con alto contenido de lípidos (grasas y aceites). De esta manera, se podría atender la demanda de productos más saludables por parte de los consumidores y se valorizaría un desecho de la industria cárnica que genera problemas ambientales en los casos en los que no se dispone adecuadamente.

El trabajo se suma a las acciones que viene impulsando el INTI desde hace sesenta años, con el fin de brindar soporte tecnológico para el desarrollo de las pymes argentinas. “Se abre la posibilidad de generar nuevos mercados naciones e internacionales y fortalecer tanto la cadena de producción vacuna como la industria alimenticia”, anticipa Simonetti.

Liliana Cánaves, INTI-Comunicación